La ultraconservadora elevó su perfil público en las últimas semanas.
La vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, provocó una controversia al elaborar en la red social X una lista de usuarios que suelen criticarla y que constantemente le recuerdan su defensa a los represores del último régimen militar (1976-1983), así como su cercanía con el fallecido dictador Jorge Rafael Videla.
El problema es que la vicepresidenta argentina decidió utilizar un lenguaje soez para su listado, al que tituló: «Fans de Videla y petes».
En Argentina, «pete» es una palabra vulgar que se refiere a la práctica del sexo oral a los varones.
La descripción de la lista asegura, con ironía, que incluye a «gente linda que recuerda a Videla» y que le «escribe sobre petes, anos». La vicepresidenta también insertó un emoji de excremento.
«El respeto a la mujer te lo debo», finaliza el mensaje de presentación de una lista que este jueves ya contaba con 148 miembros y 314 seguidores, y en la que están incorporadas cuentas de opositores y de troles que ofenden a la vicepresidenta con groserías irreproducibles.
Historial
Aunque ahora denosta que la vinculen con Videla, la carrera política de Villarruel nació a partir de su defensa de los represores condenados por los delitos de lesa humanidad que cometieron durante la última dictadura.
Antes de ser electa diputada en 2021, la abogada creó una organización de víctimas de las guerrillas para defender la teoría de que en Argentina hubo una guerra con dos bandos equivalentes, lo que ha sido descartado por las leyes nacionales e internacionales. De hecho, Villarruel escribió un libro en el que justificaba a los represores.
Por otra parte, la actual vicepresidenta solía visitar en prisión a Videla y organizaba reuniones de otras personas con el dictador. De ahí las constantes y agresivas referencias en las redes sociales a su relación nunca aclarada, y a veces negada, con el expresidente de facto.
Desde que asumió la vicepresidencia, Villarruel reforzó su papel como promotora de la impunidad de los militares que secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a decenas de miles de víctimas, y que también se robaron a cerca de 500 bebés que nacieron en los centros clandestinos de detención.
También desprecia las políticas de derechos humanos que permitieron que se llevaran a cabo los juicios de lesa humanidad y es enemiga declarada de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, a quienes suele agredir.