El sindicato ultraderechista Manos Limpias la denunció por corrupción en los negocios y tráfico de influencias.
Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha saltado a la primera plana del foco político y mediático en los últimos dos días, después de que su marido haya anunciado que reflexionará hasta el próximo lunes para decidir si continúa o no al frente del Gobierno tras los «ataques» de la «ultraderecha» que viene recibiendo su mujer.
«Soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también», explicó en la misiva abierta a la ciudadanía este jueves el mandatario.
Hasta ahora, Gómez se había desenvuelto en un discreto segundo plano desde hace casi seis años, cuando su marido llegó por primera vez a la Moncloa aquel 2 de junio de 2018.
Dos décadas a lado de Sánchez
Nacida en Bilbao y criada en León, Begoña Gómez tiene 49 años y lleva más de dos décadas compartiendo la vida con Pedro Sánchez. Se conocieron en una fiesta en 2003 y tres años después, en 2006, se dieron el sí quiero en una ceremonia civil oficiada por la exministra de Asuntos Exteriores y de Sanidad, Trinidad Jiménez, entonces concejala del Ayuntamiento de Madrid.
Un año antes del enlace había nacido su primera hija, Ainhoa, que ahora tiene 18 años, y un año después de la boda nació su segunda hija, Carlota, de 16.
Durante este tiempo Begoña Gómez ha ido desarrollando su carrera profesional a la vez que apoyaba a su marido en sus aspiraciones políticas. Licenciada enmarketing por la Escuela de Negocios ESIC de Madrid, realizó posteriormente un máster en Dirección y Administración de Empresas.
Experta en captación de fondos
Ha trabajado en asesoramiento a distintas organizaciones, como Amnistía Internacional, Anesvad o Oxfam Intermón. También se desempeñó durante 18 años como directora de consultoría en externalización comercial del Grupo Inmark hasta el año 2018, cuando pidió una excedencia.
Gómez es experta en captación de fondosy en consultoría de marketing en proyectos del tercer sector, aptitudes que le llevaron a ser nombrada directora del África Center del Instituto de Empresa en 2018, donde ejerció hasta 2022. En los últimos años se encuentra al frente del máster sobre Transformación Social Competitiva en la Universidad Complutense de Madrid.
Precisamente estos dos últimos puestos son los que han sido escudriñados y sobre los que ciertos medios han publicado informaciones sobre que podrían haberse utilizado para llevar a cabo los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios por los que ha sido denunciada.
La denuncia ha sido interpuesta por el sindicato Manos Limpias, una organización ultraderechista a la que no se le conoce actividad sindical alguna, conocida desde su fundación en el año 1995 por interponer todo tipo de denuncias de carácter ideológico.
Su secretario general, Miguel Bernad, quien fue condenado por extorsiones, aunque finalmente fue absuelto este año por el Tribunal Supremo, admitió este jueves que su denuncia se basa tan solo en 8 informaciones de medios de comunicación y que son ellos quienes deberán responsabilizarse si son falsas.
«Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa«, afirmaba ayer Sánchez en su carta, en la que asegura que todo lo acontecido «se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa».