La Abogacía General de la Unión ve indicios de crimen en la divulgación hecha por el periodista estadounidense Michael Shellenberger.
La Abogacía General de la Unión (AGU), que representa judicialmente al Estado brasileño, pidió investigar los llamados «Archivos de Twitter (‘The Twitter Files’)» divulgados por el periodista estadounidense Michael Shellenberger.
El reportero publicó a principios de abril en la red social X (antes Twitter) un intercambio de correos electrónicos con información confidencial entre representantes de la plataforma sobre el contenido de órdenes y decisiones del Supremo Tribunal Federal (STF), que pedía la eliminación de cuentas y mensajes con desinformación sobre el sistema electrónico de voto en Brasil y ataques a los jueces.
Esa revelación alimentó el embate del multimillonario Elon Musk, dueño de X, contra la máxima corte y su juez estrella, Alexandre de Moraes, que está al frente de la lucha contra la desinformación en este país.
El magnate llegó a tildar al magistrado de «dictador brutal» y de intentar establecer una «censura» sobre los contenidos que se difunden en la mentada red social.
La AGU envió la petición al STF y solicitó que el caso sea enviado a la Fiscalía para su evaluación, porque bajo su punto de vista la revelación hecha por el periodista constituiría un intento de desestabilizar el estado democrático brasileño.
«Mito de la libertad»
En su enfrentamiento, el magnate amenazó con no acatar las restricciones impuestas por la Justicia en su plataforma, aunque luego reculó. En respuesta, el juez De Moraes, le incluyó en una investigación sobre propagación de noticias falsas y le abrió otra por obstrucción a la Justicia.
El caso sirvió de acicate para la oposición partidaria del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, quien el domingo calificó a Musk de «mito de la libertad» por enfrentarse a la Corte Suprema.
El exmandatario es un abierto adversario de De Moraes, que tiene en sus manos varios procesos en su contra, entre ellos, uno por difusión de noticias falsas y por supuestamente incitar el violento asalto a las sedes de los tres poderes en Brasilia, poco después de la llegada al poder del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.