BOGOTÁ — Mercenarios extranjeros viajan a Ucrania a combatir del lado de Kiev con la esperanza de ganar mucho dinero, pero después las familias ni siquiera pueden recuperar sus cuerpos, dijeron a Sputnik los familiares de algunos mercenarios colombianos fallecidos en el conflicto ucraniano.
Jharrison Astudillo es una de las más recientes bajas de mercenarios colombianos en Ucrania.
El exsoldado profesional del Ejército colombiano sirvió durante un año y tres meses en las filas ucranianas, hasta su muerte en marzo de este año.
Alberto Astudillo, primo de Jharrison, habló con Sputnik sobre los motivos que llevaron al soldado oriundo de Florencia, Caquetá (sur) a viajar miles de kilómetros para combatir en favor de Kiev.
Astudillo señala que una de las principales razones para que su primo se enrolara fue la falta de oportunidades económicas en el país, sobre todo para quienes sirvieron en el Ejército.
«Creo que más que todo fue la situación económica del país (…) Casi la mayoría de las personas que se han ido hacia allá ha sido por la parte económica», indicó.
Según los medios colombianos, muchos exsoldados y expolicías han sido seducidos por la promesa de sueldos altos para tomar las armas y combatir contra el Ejército ruso.
«Viajó por sueños personales»
Lo mismo le pasó al marido de Laura, que pidió que Sputnik no revelara su nombre ni el de su esposo por temas de seguridad.
La pareja de Laura viajó sin ser militar, policía y sin contar con ningún entrenamiento previo, cegado por la propaganda de guerra en plataformas como TikTok y Telegram.
«Él viajó también por sueños personales, quería ser policía, y deslumbran con un sueldo que dicen que son como 15 millones o 12 millones de pesos mensuales [5.000 dólares]», señaló la mujer.
La familia de Jharrison Astudillo sigue sin poder repatriar su cuerpo.
«No han podido recuperar el cuerpo, están haciendo todo lo posible, han tenido como que una batalla para lograrlo», afirmó su primo Alberto, agregando que la familia se encuentra buscando los recursos económicos para poder repatriar su cadáver.
A su vez, Laura comentó que «tuvo suerte» de recuperar el cuerpo de su esposo. «Pero muchas familias tienen a sus seres queridos desaparecidos», concluyó.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 la operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de «un genocidio por parte del régimen de Kiev» y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
Desde el comienzo de la operación rusa, muchos mercenarios extranjeros entraron en Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso ha informado en repetidas ocasiones de mercenarios abatidos en Ucrania y ha registrado su presencia en la zona de la operación militar especial.
Los corresponsales de Sputnik han podido constatar que las tumbas de fallecidos en Ucrania se multiplican en los países occidentales, a pesar de las garantías de los políticos estadounidenses y europeos de que el conflicto no afectará a sus ciudadanos.
A finales de 2023, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, señaló que desde el inicio de la operación especial habían muerto más de 5.800 combatientes extranjeros, incluidos los procedentes de países de la OTAN: 1.427 de Polonia, 466 de Estados Unidos y 344 del Reino Unido.