El Ejecutivo se encuentra en conversaciones con la Iglesia para que colabore en esta inciativa.
El Gobierno de España aprobó este martes un plan para reparar a las víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia católica, así lo dio a conocer el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en una rueda de prensa.
Bolaños detalló que el plan, que se aplicará en 2027, contiene cinco ejes de actuación:
- Reconocimiento y reparación
- Atención a las víctimas
- Prevención
- Formación y sensibilización
- Información e investigación de los casos
En cuanto al primer punto, el Ejecutivo organizará un acto público que contará con la presencia de las víctimas de abusos sexuales y sus familiares, y supondrá una «reparación simbólica» del Estado que será acompañada con una «reparación material adecuada y suficiente», señaló.
«Con ese fin, se adoptarán las medidas legales y administrativas que correspondan para aquellos casos en los que no hayan tenido oportunidad de una reparación en el ámbito judicial, bien por casos muy antiguos, bien por estar prescritos o bien no existe ninguna prueba», agregó.
Respecto al segundo punto, el Gobierno se comprometió a crear «entornos seguros» para las víctimas en los procedimientos judiciales sin que sean sometidos a una revictimización del delito y garantizar la asistencia jurídica gratuita a todas ellas.
Sobre el quinto punto, el Ejecutivo prevé realizar un estudio sobre la «prevalencia de la violencia hacia la infancia» para conocer las causas y los lugares donde se produce con mayor frecuencia.
El Gobierno busca colaboración de la Iglesia
El ministro señaló que espera que la Iglesia católica colabore en este plan de reparación. «Nuestra idea es hacerlo de la mano con la Iglesia católica. Ya hemos iniciado conversaciones», indicó, reprochando que «durante décadas no dio una respuesta adecuada» al problema de abusos sexuales en su seno.
El plan se deriva de las recomendaciones planteadas por el defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, en su informe presentado el pasado mes de octubre. Según la investigación, unas 440.000 personas ahora adultas habrían sufrido los abusos del clero, la mitad de los cuales habrían sido cometidos por religiosos.