Tiráspol asegura que necesita apoyo para superar las restricciones de Chisinau

Transnistria necesita más apoyo que nunca para hacer frente a la presión económica de Moldavia, señala a Sputnik el ministro de Exteriores de la república, Vitali Ignátiyev.

Desde 2023, Moldavia no permite la exportación de la mercancía de varias empresas de Transnistria y afirma que sus exportaciones supuestamente amenazan la seguridad del país.

«En condiciones cuando Moldavia busca destruir la base industrial y económica de nuestro Estado, provoca el empobrecimiento de la población y la inestabilidad social, Transnistria necesita más apoyo que nunca», subrayó el titular.

Según el ministro, desde el 1 de abril dejó de funcionar la planta Electromash, la mayor empresa de construcción de maquinaria de Transnistria. Es una verdadera una tragedia, ya que unos 600 trabajadores la empresa se quedaron sin medios para subsistir.

«Por desgracia, no solo esta planta está experimentando problemas. Sabemos que otras grandes empresas industriales de la República de Transnistria, como Moldavizolit y Potentsial, tienen dificultades para exportar su producción. En total, se quedaron sin salarios alrededor de 1.500 trabajadores de esas empresas», subrayó.

Desde agosto del año pasado, Moldavia no permite la exportación de la mercancía de esas empresas, que califica de estratégica, y afirma que sus exportaciones supuestamente amenazan la seguridad del país.

A partir del 1 de enero pasado, Chisinau canceló los bajos aranceles aduaneros de las empresas de Transnistria, paso que Tiráspol calificó de presión económica. En respuesta, Transnistria eliminó las preferencias de los agricultores moldavos que poseen tierras en la región de Dubasari.

La historia de esta república rebelde se remonta a 1992, cuando varios distritos de la ribera oriental del Dniéster, de población mayoritariamente rusohablante, se rebelaron contra Chisinau y proclamaron la creación de la República Moldava de Transnistria por miedo a que Moldavia se fusionara con la vecina Rumanía tras el colapso de la Unión Soviética.

Chisinau respondió con el envío de tropas al territorio rebelde, lo que provocó un conflicto armado que se prolongó por varios meses.

Actualmente, Transnistria es un territorio fuera del control de Chisinau, con todos los atributos de un Estado, incluido una moneda propia.

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