El mandatario advirtió sobre el surgimiento del fascismo en el lugar «donde nació la democracia».
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió este martes que el complejo contexto internacional avanza de manera inexorable «hacia la barbarie», en medio de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que analiza el violento asalto de la Embajada de México en Ecuador y la posterior detención del exvicepresidente Jorge Glas.
«Lo que ha sucedido con Ecuador tiene que ver con eso, con la barbarie», apuntó Petro, quien hizo un paseo por el panorama global para reafirmar las señales de la crisis del modelo democrático y la necesidad de firmar un «pacto de convivencia en la región».
En su criterio, en el mundo hay síntomas de un malestar y tensiones que «en lugar de tramitarse racionalmente, consensualmente y planificadamente», se han empezado a dirimir «en una cadena de la muerte, de la fuerza bruta».
En esa línea, citó como ejemplos de ese proceder violento los ataques a la población civil en Gaza y el bombardeo israelí a la embajada de Irán en Siria. «Ese contexto es el que ahora penetra ahora a América Latina«, aseveró.
Por ese motivo, instó a retomar y profundizar los valores del sistema interamericano de Derechos Humanos para impedir el avance de «la barbarie», tal como ocurrió en los años 70 del siglo pasado, cuando el quebrantamiento de ese consenso facilitó el golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile y la posterior instauración de las dictaduras en el Cono Sur.
«Ecuador no está dando ejemplo de convivencia, sino que está repitiendo un mensaje que viene de los tiempos en donde solo la muerte era posible, el exilio, salvar la vida, no el proyecto democrático. No sé por qué razón», reflexionó.
Tras esa dura postura, agregó que «Ecuador e Israel están dándose la mano en la competencia por la barbarie». Por eso, dejó en claro que su país respaldará a México en la demanda contra Ecuador por violar la Convención Interamericana, que consagra los derechos al asilo y al debido proceso.
«En esa medida, yo tendré que acompañar al Gobierno de México en sus decisiones», zanjó.