BUDAPEST — Hungría está en contra de la extensión de las importaciones ucranianas libres de impuestos y sin restricciones, declaró a Sputnik el Ministerio de Agricultura húngaro.
La semana pasada, el ministro de Agricultura húngaro, Nagy Istvan, indicó que el país prolongará a nivel nacional la prohibición de importar artículos agrarios ucranianos si Bruselas no excluye los cereales y las semillas oleaginosas de la lista de productos sujetos a importación libre de impuestos en la UE.
«Respecto a la prórroga para un año de las importaciones libres de impuestos de productos agrícolas ucranianos, nos oponemos a la extensión de la resolución que no resuelve los problemas de agricultores europeos ni permite limitar la gama de las importaciones ucranianas, especialmente en el sector de cereales y oleaginosas», señala el mensaje del ente.
La nota subraya que Hungría se adhiere al principio básico que prevé que «los productos alimenticios que ingresan a la UE deben cumplir con las mismas reglas y regulaciones que la UE impone a sus propios productores».
La agricultura, según el texto, «sufrió debido a la guerra y la política posguerra de Bruselas» y la UE prefiere apoyar a los «oligarcas ucranianos y no a los agricultores europeos».
El 27 de marzo, los representantes permanentes de los países miembros de la UE en una reunión en Bruselas acordaron una nueva versión de compromiso de la propuesta de la Comisión Europea (CE) de prorrogar por un año, hasta el 5 de junio de 2025, la importación libre de impuestos de mercancías de Ucrania.
El 4 de abril, el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, declaró que Budapest mantendrá la prohibición de importaciones de productos agrícolas ucranianos a pesar de la presión de la UE.
En junio de 2022, la UE suspendió por un año los aranceles a las mercancías ucranianas con el fin de ayudar a Kiev a aumentar las exportaciones, y en mayo de 2023, prolongó la medida por un año más.
Desde marzo de ese mismo año, la UE facilitó la entrada de los cereales ucranianos para ser reexportados a terceros países, pero debido a los problemas logísticos, la mayor parte del producto se quedaba en las naciones limítrofes con Ucrania.
La situación desató una crisis en el sector agrario de estos países, en particular en Polonia y Hungría, hasta que en enero de 2023, los dos Estados, tras fuertes protestas de sus granjeros, instaron a la UE a restablecer los aranceles de importación al maíz y otros productos ucranianos. Polonia y Hungría suspendieron la entrada de cereales ucranianos sin el pago de aranceles y también se unieron a la medida de Eslovaquia y Bulgaria.
El 15 de septiembre pasado, la Comisión Europea (CE) tomó la decisión de no prorrogar las restricciones impuestas contra la importación de determinados productos agrícolas ucranianos.
Esa misma jornada Eslovaquia, Hungría y Polonia anunciaron su decisión de prolongar de manera unilateral el embargo a la entrada de alimentos ucranianos. A su vez, Ucrania presentó una demanda ante la Organización Mundial del Comercio contra esos países, exigiendo que acepten las medidas acordadas con la CE.
Entonces, Eslovaquia, Hungría y Polonia anunciaron que boicotearían las reuniones de la plataforma coordinadora de las importaciones de granos desde Ucrania.