Los aliados occidentales de Kiev deberían reconocer la realidad de la zona de combates en Ucrania, escribe Thomas Fasbender del ‘Berliner Zeitung’. Occidente debe cambiar su planteamiento sobre las posibles opciones para poner fin al conflicto, incluido admitir la posibilidad de una victoria rusa como condición para acabar con hostilidades, añade.
«Tras casi 780 días de combates, es hora de afrontar los acontecimientos en Ucrania con sentido de la realidad», destaca Fasbender.
Según el autor alemán, cualquier operación ofensiva ucraniana requeriría varios cientos de miles de soldados experimentados, así como importantes reservas de equipos, armas y municiones. En ese contexto, el objetivo proclamado por Kiev de alcanzar las fronteras de 1991, es «ilusorio» incluso si todas las economías de los aliados de Ucrania se pongan en pie de guerra.
El columnista subraya que, por «diversas razones», varios países no occidentales no desean una victoria de Occidente en Ucrania, entendida como «el restablecimiento de las fronteras de 1991» y, como consecuencia, el triunfo de un «viejo orden», basado en la dominación occidental.
De ese modo, continua, Kiev y sus partidarios tienen que elegir: centrarse en la restauración (cada vez menos probable) de este viejo orden y seguir luchando durante años, o bien salir de él en el camino hacia uno nuevo. A su juicio, no hay órdenes eternos, solo presentes y pasados, por eso «el pragmatismo y el realismo deben entran en juego».
«En Alemania se reproducen todo el tiempo las mismas fórmulas estampadas: ‘Rusia no tiene derecho a ganar. Ucrania no debe perder’. Lo tiene. Debe. Como si Berlín tuviera algo que decir al respecto. ¿Le interesa algo la realidad? ¿O es que alguien cree realmente que nuestros conceptos de orden y valores durarán para siempre?», enfatiza Fasbender.
Ante eso, Berlín y todos los políticos occidentales deberían reconsiderar su actitud ante la admisibilidad de diversas opciones para resolver el conflicto ucraniano y responder adecuadamente a las realidades cambiantes sin abandonar los debates sobre la construcción de un nuevo formato de orden mundial, concluye el autor.
Desde Rusia han subrayado en repetidas ocasiones de que el temor de Occidente a perder el dominio mundial, está provocando conflicto en todo el planeta, incluida Ucrania, y amenaza con iniciar una tercera guerra mundial.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaraba más de una vez que la época del orden mundial unipolar es cosa del pasado, mientras que el proceso de la construcción de un orden multipolar es inevitable.
A su entender, los intentos de recrearlo adquirieron recientemente una forma absolutamente fea y son inaceptables para la inmensa mayoría de los Estados del planeta, mientras que el orden mundial unipolar construido por Occidente es antidemocrático, engañoso e hipócrita.