BOGOTÁ — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este 11 de abril que hablará con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, para alargar el plazo de la deuda e invertir en gasto social.
«Voy a hablar con la directora del Fondo Monetario Internacional para cambiar la deuda de corto plazo que tiene Colombia para un largo plazo, de tal manera que pueda abrirse un espacio de financiación mayor que el que tenemos para el gasto social del pueblo colombiano, así miramos cómo volvemos mejor el perfil de la deuda del país», señaló el mandatario durante un discurso desde Caucasia, Antioquia (oeste).
El mandatario anunció también que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, viajará a Washington a un encuentro donde hará la propuesta al ente económico.
Petro ha hecho varias propuestas al FMI, entre las que se encuentra la de reformar el sistema financiero mundial para reducir los índices de deuda pública mundial, especialmente de los países emergentes.
«Les propongo reformar el sistema financiero mundial, el FMI, la banca multilateral y acabar los bloqueos económicos y guiar los fondos del capital privado. Si se reduce la deuda de los países pagándoles a los dueños de la deuda su acreencia con una emisión del FMI de Derechos Especiales de Giro (DEG), habrá un descenso de la deuda pública mundial y un incremento real de los presupuestos y fondos públicos. Así podremos financiar el ‘Plan Marshall’ y la mitigación de la crisis climática», aseguró Petro.
La deuda de corto plazo se refiere a los compromisos financieros que un país asume y que deben pagarse en un periodo relativamente breve, generalmente dentro de un año.
Lo que pretende el presidente es extender la deuda en el tiempo y así tener un manejo de los recursos públicos para invertir en proyectos para la nación.
El 20 de abril del año pasado, Petro le pidió a su homólogo de EEUU, Joe Biden, que interceda ante el FMI para que se faciliten canjes de deuda por compromisos con el clima.
Las pérdidas que origina el cambio climático le cuesta a los países más vulnerables al menos 200.000 millones de dólares cada año y, a pesar del compromiso del G20 (Grupo de los veinte) de recanalizar 100.000 millones de dólares en DEG en octubre de 2021, en octubre de 2023 solo 702 millones de dólares de estos fondos han sido otorgados realmente a países vulnerables, informó el 5 de diciembre la Red
Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd).
Los DEG son un «activo de reserva internacional» y su valor se basa en el dólar, el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina, según la página web del Fondo Monetario Internacional (FMI).