París, 11 abr. El presidente francés, Emmanuel Macron, inaugurará hoy en Bergerac los trabajos de construcción de una fábrica de pólvora para obuses, como parte de su campaña de instaurar una economía de guerra.
Según fuentes oficiales, el jefe de Estado acudirá a la suroccidental ciudad para colocar la primera piedra de la planta, en el contexto de su presión a la industria militar de cara a los anunciados objetivos de ayudar a Ucrania a ganar la guerra contra Rusia y de ajustarse a las nuevas realidades geopolíticas.
Acompañado por los ministros de Economía, Bruno Le Maire, y Defensa, Sébastien Lecornu, el mandatario dialogará durante su visita con empresarios y representantes del sector de la producción militar.
Macron ha convertido en los últimos meses en causa priorizada el conflicto en Ucrania y la ayuda a ese país, alegando una amenaza de Rusia y la necesidad de derrotarla.
En ese sentido, llegó a evocar el posible envío de tropas al frente, propósito del que se distanciaron sus aliados occidentales y que disparó las tensiones con Moscú.
Para analistas políticos, la convocatoria del presidente habría que enmarcarla también en la aspiración de convertir a Francia en la potencia líder de la Unión Europea, ante un escenario de eventual regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, quien se presenta como un detractor de la idea de que Estados Unidos sea el defensor de Europa.
Otro elemento a considerar es la complicada situación interna de Macron, impopular y con enormes posibilidades de ver al oficialismo ceder por amplio margen frente a Agrupación Nacional (extrema derecha) en las elecciones europeas de junio, un partido que, a diferencia de su visión, privilegia el nacionalismo al europeísmo.