Este jueves, Jaime Saade llega extraditado desde Brasil, después de un arduo proceso legal desde que fue localizado en 2019.
La lucha de Martín Mestre llega a su fin este jueves, cuando llegue a Colombia, extraditado desde Brasil, Jaime Saade, el hombre condenado por la violación y asesinato de su hija, Nancy Mariana, que tuvo lugar el 1 de enero de 1994.
A sus 82 años, ha dedicado las últimas tres décadas en luchar para que se hiciera justicia.
Este jueves, Saade llega a Bogotá en un vuelo comercial desde Bello Horizonte, Brasil, donde se pondrá a disposición del Juzgado Primero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Barranquilla para cumplir su condena por homicidio.
Saade pasará unas horas en la capital colombiana, y Migración le realizará la preceptiva reseña, la Policía le notificará su condena y sus condiciones de salud serán evaluadas, según relató El Tiempo.
En Barranquilla, tras su comparecencia ante el juzgado, será enviado a un centro de reclusión para cumplir su condena de 25 años por homicidio y dos años por acceso carnal violento.
El embajador de Colombia en Brasil, Guillermo Rivera, informó de la extradición del criminal que «conmocionó a la sociedad de Barranquilla y a toda la sociedad colombiana» y envió «un saludo muy especial al señor Martín Mestre, que fue fundamental para lograr que se haga justicia».
Más de 25 años fugado
Tras la brutal agresión a Nancy Mariana, que tan solo tenía 18 años cuando falleció, Saade se dio a la fuga y durante años pareció que se lo había tragado la tierra.
No fue hasta 2019 cuando la búsqueda incansable de Mestre dio sus frutos y consiguió localizarlo en Brasil, donde se había establecido y cambiado el nombre. Entonces, era un hombre casado y tenía dos hijos y quedaban apenas cuatro años para que el crimen prescribiera y pudiera ser ya definitivamente un hombre libre.
A principios de ese año, Enrique dos Santos, el nuevo nombre del asesino, fue detenido por primera vez. Sin embargo, el camino hacia una prisión colombiana, que culminó este jueves, se encontró con grandes obstáculos.
Su extradición llegó a la Corte Suprema de Brasil, que la desestimó debido al empate de dos jueces a favor y dos jueces en contra, lo que propició que Saade recuperara su libertad.
La batalla contra la Corte brasileña culminó en abril del año pasado cuando, en un fallo inédito, el tribunal anuló su dictamen anterior y aprobó la entrega a Colombia. Tan solo un mes después, el criminal fue nuevamente arrestado.