Budapest, El Gobierno de Hungría anunció hoy su negativa a aceptar el pacto migratorio europeo, rechazó el sistema de reparto de inmigrantes, así como también la multa prevista por no acogerlos.
De esta forma Budapest se suma a la delegación de Eslovaquia que tampoco aceptó la normativa emanada la víspera en el legislativo comunitario.
El tema constituye, según analistas, una asignatura pendiente para los 27 países comunitarios que hasta ahora no llegan a un acuerdo.
El Parlamento Europeo tomó una mala decisión. No aceptamos la reubicación obligatoria, así como las multas por no acoger a migrantes, dijo el ministro de Gobernación, Gergely Gulyás, ante la prensa en esta capital.
Asimismo dejó entender que el Gobierno del primer ministro Viktor Orbán podría acudir a la vía legal para impedir la puesta en marcha del pacto.
En igual sentido se pronunció el ejecutivo de Bratislava, según declaraciones del ministro de Exteriores, Juraj Blanar.
La víspera el PE aprobó, pese a un apoyo incompleto, una nueva política europea sobre el tema, parte de la cual es también la redistribución obligatoria de los refugiados irregulares, escribió Blanar en su página de Facebook.
Según Blanar, los estados miembros deberían decidir por sí mismos qué forma de asistencia eligen, sin ordenárseles una contribución financiera o material obligatoria.
Pero tal postura hasta hoy no dio resultados concretos, sino que agravó una crisis antológica en la que los verdaderos afectados son quienes buscan en territorio comunitario escapar del hambre y las guerras en sus países de origen.
Sobre el tema Gulyás dijo que “habrá que analizar si el acuerdo se puede atacar legalmente” y afirmó que su país no participará en la realización del mismo.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, también rechazó la normativa que tras ser sometida a la revisión de cada estado miembro del bloque, deberá ser aplicada en un plazo de dos años.