Los argumentos del canciller británico «parecen haber topado con la continua lucha de poder dentro del Partido Republicano», según The Guardian.
El intento del secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, de persuadir a los republicanos estadounidenses de la necesidad de aprobar la ayuda militar para Ucrania parece haber caído en saco roto, informó el martes The Guardian.
A Cameron ni siquiera se le concedió una reunión con el presidente del Congreso, Mike Johnson, quien, en teoría, podría someter el paquete a votación, explicó el medio.
Durante una cena privada con el expresidente de EE.UU., Donald Trump, en la finca Mar-a-Lago, el canciller británico habló sobre el conflicto ucraniano, esperando que el candidato republicano «indicara un cambio de rumbo«, al menos «facilitándole el camino para reunirse con Johnson», recoge The Guardian.
Sin embargo, los argumentos de Cameron «parecen haber topado con la continua lucha de poder dentro del Partido Republicano», ya que, según el medio, los opositores del apoyo a Kiev amenazan con «derrocar» a Johnson por iniciar una votación de la transferencia monetaria.
En medio de la presión del presidente de EE.UU., Joe Biden, Johnson afirmó a finales de febrero que el Congreso de EE.UU., controlado por los republicanos, no aprobaría la ayuda a Ucrania sin una reforma migratoria estadounidense que considera una «prioridad».
El Senado de EE.UU. aprobó en febrero un proyecto de ley que incluye 60.000 millones de dólares en asistencia para Kiev. Sin embargo, el proyecto quedó estancado, porque los republicanos de la Cámara de Representantes se opusieron a su aprobación, debido a que la iniciativa omite disposiciones sobre la seguridad de la frontera sur del país norteamericano en plena crisis migratoria.