Por qué eliminar a Hamás es un «objetivo inalcanzable» para Israel

Israel tendrá que abandonar su exigencia de que Hamás sea destruida porque es un «objetivo inalcanzable» destruir algo que es «esencialmente una ideología», afirma a Sputnik el presentador del pódcast ‘The Left is Dead’, James Carey. Entretanto, Netanyahu, presionado por la oposición, «está atrapado en la guerra» que no tendrá un «éxito real».

«Para empezar, será imposible eliminar lo que es esencialmente una ideología», señala Carey.

Además de Hamás, existen otros grupos radicales y su número crecerá con la destrucción del movimiento palestino, explica el interlocutor de Sputnik. «Existe la Yihad Islámica Palestina, y hay otras milicias más pequeñas que pueden atraer a gente que no esté necesariamente al 100% en Hamás», agrega.

«En lo que respecta a Hamás, sabemos que inmediatamente vuelven a inundar las zonas que Israel abandona y comienzan a dirigir el Gobierno [en Gaza], como acostumbran a hacer y como fueron elegidos para hacer. Quizá Hamás no esté ganando, pero tampoco está perdiendo, porque todavía está ahí», observa Carey.

El alto el fuego no será negociado seriamente hasta que se elimine la exigencia israelí de que Hamás sea destruida, subraya el presentador, pero el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha expuesto la aniquilación del movimiento palestino como objetivo del actual conflicto entre Israel y Gaza. «Creo que lo hemos visto incluso a costa del sacrificio de rehenes durante los últimos siete meses», afirma Carey.

«Creo que la cuestión es que se trata de objetivos inalcanzables. Está claro que Hamás lo ha hecho suficientemente bien como para sobrevivir hasta este punto», señala.

Los conflictos en la Franja de Gaza y Ucrania son «guerras subsidiarias abiertas» mientras Washington les suministra dinero y armas, indica el interlocutor de Sputnik. El país norteamericano ve esto como la única opción, ya que no es «suficientemente competente» para implicarse directamente, opina Carey. «Mucho menos, no creo que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sean realmente tan competentes después de años de dormirse en los laureles», añade.

«Creo que se está viendo el fracaso de la política estadounidense. El imperio norteamericano no tiene una verdadera proyección de fuerza porque dentro del país no hay voluntad para ejercerla», explica Carey.

Al hablar sobre las protestas que se están produciendo en Israel contra Netanyahu, el comunicador señaló que son significativas, pero advirtió que no se debe esperar que, como consecuencia, los nuevos dirigentes pongan fin a los bombardeos sobre Gaza.

«Me parece increíblemente importante que Netanyahu se haya atado realmente al éxito de esta guerra, y no creo que tenga un éxito real. No creo que [los israelíes] pensaran que Gaza duraría siete meses», afirma.

En Israel, «una coalición liberal izquierdista no puede mantenerse unida» subraya Carey. «Sobre todo porque tiene que incluir tanto a los palestinos como a la oposición a Netanyahu del centro-izquierda», agrega.

La mayor parte de la oposición dentro del Gobierno de Netanyahu procede de la derecha, es «más horrible que Netanyahu», señala el doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Howard y el entrevistador por parte de Sputnik, Wilmer Leon, refiriéndose concretamente al líder del Partido Nacional Religioso-Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, y al ministro de Defensa, Yoav Galant, una descripción con la que Carey está de acuerdo.

«Está claro por qué Netanyahu está atrapado en esta guerra y por qué se irá después de la guerra, porque así es la oposición. Es el grupo de votantes más fuerte en la Knéset israelí. Creo que vamos a ver un giro hacia la derecha a medida que la gente se enfade más por estas cosas», concluye Carey.

El 9 de abril, representantes de Hamás afirmaron que la propuesta israelí que había recibido de los mediadores de Catar y Egipto no satisfacía ninguna de las exigencias de las facciones palestinas, pero señalaron que la estudiarían más a fondo antes de responder.

Anteriormente, Israel declaró que está dispuesto a llegar a un acuerdo de cambio de prisioneros palestinos en el país judío por rehenes israelíes en Gaza, pero no está dispuesto a poner fin a la ofensiva militar antes de invadir Rafah. Esta ciudad es un importante refugio para los civiles palestinos desplazados por la ofensiva israelí. Al mismo tiempo, de acuerdo con la parte israelí, el territorio sirve como el bastión de las unidades de Hamás.

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