Más allá de los recursos aprobados por el Congreso, la Administración Biden reporta haber gastado cada vez mayores sumas en apoyo a la defensa de Kiev, denunciaron varios legisladores.
Un grupo de congresistas estadounidenses concluyó, a partir de la revisión de su correspondencia anterior con la Oficina de Gestión y Presupuesto (OGP) y de varias revelaciones mediáticas, que la Administración Biden ha gastado en Ucrania miles de millones de dólares más de lo previamente informado.
Por tal motivo, los legisladores, liderados por el senador James David Vance y la representante Marjorie Taylor Greene, mandaron este martes una nueva carta a la directora de la OGP, Shalanda Young, interrogándola sobre los motivos, la repetitividad y las consecuencias internas del gasto relacionado con el apoyo al país eslavo.
Tras encontrar «una avalancha de noticias sobre gasto adicional en Ucrania», en montos que no estaban previstos por las leyes adoptadas, el grupo pretende evaluar la carga que el contribuyente estadounidense tiene que asumir debido a la postura de la Administración Biden en el conflicto en curso entre Moscú y Kiev.
Los autores de la misiva supieron a través de los medios que el Ejecutivo incurrió en un sobregiro de 10.000 millones de dólares al enviar armas por ese valor al Ejército ucraniano. Más aún, eso no impidió que luego la Administración aceptara prestarle a Ucrania otros 300 millones de dólares en municiones, «incluso cuando carece de fondos para reponer las reservas estadounidenses«.
Los cálculos realizados por el grupo apuntan que la cantidad total de asistencia efectivamente brindada a Kiev llega al menos a 125.000 millones de dólares, mientras que la cantidad posible (que incluye gastos programados por la Administración, pero aún no autorizados) asciende a más de 129.000 millones de dólares. Los legisladores admiten que, después de varias revisiones al alza del gasto asociado, desconocen con exactitud cuánto dinero ha gastado su país en el conflicto de Europa Oriental.
La carta menciona también una creciente preocupación entre los oficiales del Ejército estadounidense por «tener que empezar a tomar decisiones difíciles y desviar dinero de proyectos menos críticos, como la muy urgente construcción de cuarteles o el pago de incentivos al alistamiento en medio de un reclutamiento récord».
El senador Tommy Tuberville afirmó en declaraciones a los medios, este martes, que los líderes ucranianos están gastando el dinero de la ayuda estadounidense en «casas de playa en todo el mundo». «Estamos imprimiendo 80.000 dólares por segundo, pidiendo prestados 80.000 dólares por segundo», criticó. «Y estamos pensando en darle a Ucrania más dinero para desperdiciarlo». El político exhortó, por todo ello, a ocuparse de los asuntos internos y de la lamentable situación financiera.
En diciembre pasado, Shalanda Young, la destinataria de la nueva carta, declaró que solo le quedaban a EE.UU. «alrededor de 1.000 millones de dólares» presupuestados para reponer sus propios arsenales.