Bruselas, 9 abr. El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, insistió hoy en la militarización de ese bloque al considerar la necesidad de convertir a la defensa en la piedra angular del proyecto europeo.
La defensa, en el más estricto sentido de la palabra, y la existencia de capacidades bélicas deben convertirse en el corazón de la política europea, estimó el Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Internacional, en una conferencia en esta capital.
Para el funcionario español, la sombrilla estadounidense, que protegía a Europa en los años de la Guerra Fría, puede cerrarse, en breve en dependencia de quien llegue a la Casa Blanca, opinó el diplomático, citado por la televisión en esta urbe.
Por eso la UE solo debe contar con su propia defensa. Aunque la importancia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se mantiene, dentro de ese bloque debe surgir una entidad europea, declaró.
El alto representante de la UE subrayó que las fuerzas europeas no aparecerán ni hoy, ni mañana, por eso, afirmó, la UE de ninguna forma debería delegar su política militar completamente a otros estados del bloque, como ocurre ahora.
Debemos aumentar el financiamiento de la industria bélica, insistió Borrell, quien pareció obviar postulados de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, referidos a limitaciones en partidas de gasto en el plan de recuperación desplegado, después de la pandemia de Covid-19.
En su momento, el ahora candidato presidencial republicano Donald Trump, exigió a las naciones europeas aumentar sus gastos de defensa hasta el dos por ciento de su Producto Interno Bruto, con beneficios para el complejo militar industrial norteamericano, estiman expertos.
Las declaraciones de Borrell se conocen después que, en una intervención en un acto de campaña electoral, Trump amenazó con dejar fuera de la sombrilla protectora de la alianza atlántica a quienes incumplieran con los mencionados gastos bélicos, señaló la prensa local.
Medios de difusión en esta capital consideran que los estados europeos intentan presentar a una supuesta amenaza de Rusia para la región como pretexto para convencer a sus contribuyentes sobre la necesidad de dedicar dinero a la defensa, en medio de dificultades socioeconómicas.