MOSCÚ— La máxima instancia judicial de Brasil, el Supremo Tribunal Federal, ordenó la apertura de una investigación contra el propietario de X Corp., Elon Musk, por presunta «manipulación criminal y dolosa» de la red social X y obstrucción a la justicia.
«La flagrante conducta de obstrucción a la Justicia brasileña, la incitación al crimen, la amenaza pública de desobediencia a órdenes judiciales y la futura falta de cooperación de la plataforma son hechos que irrespetan la soberanía de Brasil y refuerzan la conexión de la instrumentalización criminal intencional de las actividades del antiguo Twitter, actual X», declaró el ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes.
De Moraes, a quien Musk se ha enfrentado en público en los últimos días, sostiene que el multimillonario estadounidense usa su red social para desinformación y desestabilización de las instituciones democráticas del Estado de derecho.
El ministro del STF también ordenó que X Corp. acate las órdenes de la Justicia brasileña; de lo contrario, se le impondrá una multa de 100.000 reales (20.000 de dólares) por cada cuenta que reactive irregularmente.
El 6 de abril, esta compañía, de la que Musk es propietario, anunció que se ve «obligada por decisiones judiciales a bloquear algunas cuentas populares en Brasil».
Posteriormente, Musk tuiteó que X está «levantando todas las restricciones», a pesar de las amenazas de «multas masivas», arresto de sus empleados en Brasil y bloqueo de su red social en el país. Como resultado, admitió el empresario, la compañía podría perder todos los ingresos en Brasil y cerrar su oficina allí, «pero los principios importan más que las ganancias».
Este 7 de abril, Musk publicó una foto de Alexandre de Moraes, a quien definió como el Darth Vader brasileño, en alusión al villano de la saga cinematográfica Star Wars.
Hace unos días, el periodista estadounidense Michael Shellenberger publicó los llamados Archivos de Twitter de Brasil que, según él, demuestran las violaciones de la Constitución brasileña por parte de Alexandre de Moraes.
Según Shellenberger, De Moraes había exigido ilegalmente a Twitter información confidencial sobre los usuarios de su red social que utilizaban etiquetas «inapropiadas», así como el acceso a los datos internos de la plataforma, contrariamente a su política.
Además, el periodista acusó a De Moraes de haber censurado los tuits de miembros del Congreso brasileño e intentar convertir la moderación de contenidos de Twitter en un arma contra los partidarios del entonces presidente Jair Bolsonaro.