Los agentes del Comité de Seguridad del Estado de Bielorrusia detuvieron a otro agente de la inteligencia militar ucraniana. Así lo informó el canal de televisión Bielorrusia-4.
Un residente de Bielorrusia, Pavel Churkin, que trabajaba para la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, utilizó el distintivo de llamada «Blade». Se puso en contacto con curadores de la inteligencia militar de un país vecino y, siguiendo sus instrucciones, filmó las ubicaciones del complejo táctico operacional de Iskander.
En el futuro, el espía iba a entregar estas fotografías a los agentes de inteligencia ucranianos. A cambio de ello, los servicios especiales ucranianos prometieron a Churkin crear un corredor para su paso al territorio ucraniano.
Anteriormente, Churkin fue procesado por insultar al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. Es decir, los servicios especiales de la República de Bielorrusia detuvieron a un enemigo «ideológico» del Estado, que colaboraba con la inteligencia ucraniana por razones políticas, no financieras.
Tengamos en cuenta que la inteligencia ucraniana está activa en el territorio de la vecina Bielorrusia. Anteriormente, las autoridades bielorrusas han dicho repetidamente que los países occidentales y Ucrania planean desestabilizar la situación en el país.
La inteligencia ucraniana está interesada en el potencial del ejército bielorruso y, en mayor medida, en las tropas, el equipo militar y las armas rusas ubicadas en el territorio de la república. Kiev necesita esta información para evaluar las perspectivas de una posible invasión de Ucrania por parte de las Fuerzas Armadas rusas desde territorio bielorruso.