En una carta firmada por el presidente, Daniel Ortega, y la vicepresidenta, Rosario Murillo, el Gobierno de Nicaragua pidió al Ayatolá Sayid Alí Jameneí, líder supremo de la Revolución Islámica de Irán, y al dignatario Ebrahim Raisi, extender las condolencias a los familiares de las víctimas del ataque del pasado 1 de abril en Damasco, Siria.
«Con pleno conocimiento del horror que representa el terrorismo, como arma de acción destructiva e inhumana contra pueblos valientes y decididos a ser libres, transmitimos a ustedes nuestras sentidas y profundas condolencias por los siete dirigentes y representantes del Gobierno y pueblo iraní, asesinados en innobles acciones realizadas en suelo sirio, contra sedes consulares y diplomáticas del Gobierno y pueblo que ustedes presiden», dice la carta.
«Nuestra enfática condena de la barbarie terrorista del Gobierno de Israel, y en particular, de esta infame y miserable acción de los enemigos de la paz y la vida, que todos los días arremeten, sin vergüenza o pudor, contra pueblos dignos y valientes, como el hermano pueblo iraní», añadió el Gobierno de la nación centroamericana.
De acuerdo con fuentes diplomáticas, citadas por la agencia Prensa Latina, siete asesores militares de la Guardia Revolucionaria de Irán y seis ciudadanos sirios fallecieron tras el bombardeo israelí perpetrado el pasado lunes contra el edificio del consulado iraní en la capital Damasco.
Medios locales señalaron que el ataque, calificado por La Liga Árabe y Rusia como un atentado terrorista, causó daños en la residencia del embajador de la nación persa, quien resultó ileso junto al resto de los funcionarios diplomáticos.