La embarcación, de 19 metros de largo y casi tres metros de ancho, fue fabricada a mano utilizando fibra y resina. Los expertos creen que podía transportar hasta seis toneladas de carga.
En un playa del estado brasileño de Pará, un grupo de pescadores encontró un misterioso submarino artesanal vacío y abandonado entre unos matorrales.
Aunque el hallazgo fue en febrero, la Policía Científica reveló ahora los resultados de sus investigaciones de este aparato, que se piensa que fue utilizado para el tráfico de drogas.
El perito Evaldo Soares explicó que la embarcación no fue fabricada por una empresa naval, sino a mano, utilizando fibra y resina. «A pesar de ser artesanal fue construido con alta calidad y resistencia, lo que le da capacidad para realizar largos viajes«, comentó.
El submarino -custodiado en la base naval de Pará- mide 19 metros de largo y casi tres metros de ancho y la cabina interior consta de 1,70 metros de profundidad. «Estas mediciones sugieren que el barco era semisumergible, ya que parte de la cabina no estaba sumergida», afirmó el experto, que añadió que el aparato podía transportar hasta seis toneladas de carga.
De Odivelas añadió que el buque «estaba equipado para acoplar al menos tres motores de propulsión», que no fueron encontrados. «La ausencia de otros controles y equipamientos sugiere que el submarino fue abandonado», consideró.
El aparato apareció en Sao Caetano de Odivelas, en el noreste del estado, y un municipio muy cercano a la localidad de Vigía, donde en 2015 se encontró el primer narcosubmarino de Brasil.
Aunque aún no hay prueba concluyentes, el diario O Globo resalta que la conexión entre el uso de este tipo de embarcaciones en la ruta de bandas especializadas en tráfico submarino no es nueva y, desde 2010, se han descubierto varios planes de envío de cocaína en sumergibles por parte de organizaciones criminales que operan en este país.
Conexión con España
En marzo de 2023, en España, se encontró un semisumergido que procedía de Brasil en la ría de Arousa, en la provincia gallega de Pontevedra, cargado de droga y con tres tripulantes a bordo, que no llegaron a ser arrestados. Las autoridades locales señalaron que había «mantas, ropa y comida brasileña» en el interior.
Además, en 2019, las autoridades españolas interceptaron un submarino cargado con más de tres toneladas de cocaína de alta pureza en las aguas de la ría de Aldán, frente al municipio de Cangas de Morrazo, también en Galicia. En esa ocasión, los tres tripulantes fueron arrestados.