«No querían jugar limpio»: Milei redobla sus críticas a los gobernadores

Al mismo tiempo, el Gobierno argentino busca apoyo en las provincias para aprobar una nueva versión de la ley ómnibus, tras su fracaso en el Congreso.

El presidente de Argentina, Javier Milei, volvió a tensionar su relación con los gobernadores, acusándolos de que «no jugaron limpio», al recordar el fracaso de su Administración con la ley ómnibus.

En una entrevista a la CNN, el mandatario consideró que el mayor error que cometió en sus primeros 100 días de gestión fue «hablar con los gobernadores de manera transparente y honesta«. Sus declaraciones se realizaron la misma semana en la que se pautó una reunión para este jueves con la intención de limar asperezas rumbo a una nueva ley ómnibus y el Pacto de Mayo.

«Esta gente no quería jugar limpio»

«Cuando presentamos la Ley Bases agregamos el capítulo fiscal básicamente para ayudarlos a resolver un problema», afirmó en relación a la inflación y el déficit fiscal de las provincias. «Los gobernadores, en lugar de tomarlo como un gesto de buena voluntad, que es lo que era, lo tomaron como un signo de debilidad, y se pusieron a trabajar sobre el capítulo 4 para destrozar las finanzas públicas y romper el resultado fiscal y mandarnos a una hiper[inflación]«, continuó.

«Para mí, haber ido con tan buena fe probablemente fue un gran error, porque evidentemente esta gente no quería jugar limpio», remarcó el presidente ultraderechista.

En esa línea, se mostró optimista con respecto al nuevo proyecto legislativo que se enviará en las próximas semanas a comisiones para su discusión, y sobre el cual diferentes mandatarios provinciales se mostraron a favor por un «cambio de actitud» en la Administración. «El problema es que la casta no quiere dejar los privilegios«, recordó Milei, criticando que la iniciativa no haya prosperado en diputados en el primer intento.

Cambio de postura

En cuanto a la gestión económica, Milei afirmó que su Gobierno evitó una hiperinflación, que el dólar se estabilizó en torno a los 1.000 pesos argentinos y que se alcanzó un superávit fiscal. No obstante, pareció recofingurar su postura frente a la dolarización, una de sus principales promesas de campaña.

«La realidad es que nosotros estrictamente no hemos hablado de dolarización. Nosotros hemos hablado siempre de competencia de monedas. Y en esa competencia de monedas es muy probable que, si se llega a imponer una moneda, la moneda que se va a imponer por las preferencias de los argentinos es muy probable que sea el dólar», explicó.

Señales contradictorias

En tanto, el Gobierno de Milei ofreció a las provincias terminar obras públicas ya iniciadas a cambio de respaldo legislativo, pese a haber anunciado previamente la paralización total de todo gasto en infraestructura financiado desde nación.

La Casa Rosada viene aplicando un recorte de fondos sobre las provincias, profundizado luego de haber responsabilizado a varios de esos recortes por el rechazo en el Congreso de la ley ómnibus, con la que planeaba modificar más de 300 leyes para desregular la economía.

Ahora el Gobierno apunta a la aprobación de una nueva versión de la ley ómnibus, más acotada y menos ambiciosa, y a conseguir la plena vigencia del polémico megadecreto lanzado en diciembre —otro de los ejes centrales de su Gobierno—, que ya sufrió embates en la Justicia y, hace solo dos semanas, en el Parlamento.

 

 

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