Brasilia, 28 mar. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva concedió la Orden Nacional del Crucero del Sur a su homólogo francés, Emmanuel Macron, quien terminó hoy una visita de Estado de tres días a Brasil.
El decreto de condecoración fue publicado este jueves en la edición del Diario Oficial de la Unión.
Instituida por el emperador D. Pedro I, aún en 1822, como Orden Imperial del Crucero, la honra es, desde 1932, destinada exclusivamente a personalidades extranjeras, siendo la más alta condecoración concedida a un ciudadano no brasileño.
Macron llegó en la jornada al Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en Brasilia, y fue recibido con honores de jefe de Estado, caminó por la Plaza de los Tres Poderes y subió a la rampa de la sede del Gobierno federal, donde resultó saludado por Lula.
Después los dos líderes fueron a una reunión bilateral. La imposición del honor ocurrió poco después de terminada la plática.
Ambos firmaron 20 acuerdos en áreas como medioambiente, inteligencia artificial, cooperación financiera, entre otros.
El acuerdo de libre comercio entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) estuvo en agenda y se abordó «con toda honestidad», según Macron.
La víspera, el gobernante francés volvió a decir públicamente en la ciudad de Sao Paulo que resulta pésimo tal pacto.
«No quiero decir tonterías, pero el Mercosur, tal como se está negociando actualmente, va a ser un pésimo acuerdo para ustedes y para nosotros también, porque fue negociado hace 20 años», afirmó el visitante.
Como parte de su agenda de estancia, asistió en la jornada al Foro Económico Brasil-Francia, junto al vicepresidente Geraldo Alckmin, ministro de Desarrollo, y el de Hacienda, Fernando Haddad.
Antes, en el mismo evento, Haddad comentó que esperaba que el pacto se cerrara pronto.
Sin embargo, Francia resulta la principal fuerza de oposición para no celebrar el tratado.
«Es necesario reconstruir (el convenio) pensando el mundo como es actualmente, por ahora no está siendo considerado. Ese acuerdo no puede ser defendido, yo no lo defiendo», recalcó el presidente galo.
Abogó además que un nuevo compromiso fuera construido «iluminado por objetivos» y con cláusulas permitiendo reciprocidad entre el Mercosur y la UE.
El jefe de Estado francés desembarcó en la capital paulista después de agendas el martes junto a Lula en Belém, capital del norteño y amazónico estado de Pará, y el miércoles en Itaguaí, en Río de Janeiro.
Los dos presidentes firmaron una alianza de un billón de euros para estimular inversiones en proyectos de bioeconomía en la Amazonia brasileña y en la Guayana Francesa, en los próximos cuatro años.