La investigación rusa dará a conocer sus versiones sobre el atentado ocurrido en la sala de conciertos Crocus City Hall cuando lo considere necesario, comunicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Reiteró que «mientras se lleva a cabo la investigación, ninguna autoridad oficial puede permitirse el lujo de hacer declaraciones al respecto».
«Cuando la investigación lo considere apropiado y posible, naturalmente se proporcionará la información», respondió Peskov a la pregunta de la prensa sobre si el Kremlin ve una conexión directa entre el ataque terrorista y Ucrania.
A la pregunta aclaratoria sobre la relación entre el atentado y Ucrania, mencionada por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el vocero señaló que «el presidente dijo eso, según algunos datos disponibles, datos preliminares».
«Cuál es [la conexión] exactamente, naturalmente, es imposible decirlo en esta etapa», indicó.
Por último, Peskov recomendó volver a «leer con mucha atención las declaraciones que hizo el presidente Putin durante los dos últimos días»
La víspera, Putin reconoció que el ataque en Crocus City Hall fue obra de islamistas radicales, pero supuso que podría ser un eslabón en una cadena de operaciones que se llevan a cabo contra Rusia desde 2014 «con las manos del régimen neonazi de Kiev».
El pasado 22 de marzo, un grupo de hombres armados, vestidos de camuflado, dispararon contra una multitud reunida en la sala de conciertos Crocus City Hall, ubicada en la ciudad de Krasnogorsk, en la periferia noroeste de Moscú, apenas unos minutos antes de comenzar un concierto de la banda rusa de rock Picnic.
El tiroteo fue seguido por un incendio, que, según el Ministerio de Emergencias, afectó un área de casi 13.000 metros cuadrados. Según los últimos datos oficiales, el ataque terrorista se saldó con 139 muertos y unos 180 heridos. Hasta ahora fueron detenidos 11 implicados en el atentado, incluidos los cuatro atacantes que abrieron fuego contra la multitud en Crocus City Hall.
Según el Servicio Federal de Seguridad, después del atentado los terroristas intentaron huir hacia la frontera entre Rusia y Ucrania. A su vez, Kiev negó de plano su implicación en el ataque.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró duelo nacional el 24 de marzo por las víctimas del atentado, el más sangriento en dos décadas en Rusia. Además, se cancelaron todos los eventos masivos y de entretenimiento programados para los próximos días.
Numerosos líderes mundiales se solidarizaron con el pueblo ruso y condenaron el ataque en los términos más enérgicos.