El portavoz presidencial se abstiene de manifestar una actitud sobre la ejecución de condenados por los delitos más graves, en medio de declaraciones favorables a la restauración de esta medida.
La Presidencia de Rusia se abstiene de participar en el debate público sobre la eventual abolición de la moratoria de la pena capital, señaló a los medios el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Actualmente no tomamos parte de esa discusión», dijo este lunes el secretario de prensa del presidente Vladímir Putin.
Varios políticos y legisladores rusos se han mostrado proclives a rescindir la abolición de la pena de muerte tras el atentado terrorista que este viernes dejó al menos 139 víctimas mortales en la sala de conciertos Crocus City Hall.
El líder del partido Rusia Justa Por la Verdad, Serguéi Mirónov, rechazó este lunes el argumento clave de los detractores de la pena de muerte, para quienes la cadena perpetua sería peor que la muerte. «Que [los perpetradores de delitos capitales] sufrirán tanto tiempo, pobrecitos», publicó el político en su canal de Telegram.
Mirónov se cuestionó si se trata de sufrimiento en estos casos: «¡Miren sus caras! ¡Van a ingerir su ración y alegrarse!». «Solo la pena de muerte es un castigo apropiado para semejantes monstruos», recalcó. En este sentido, agregó que se niega a considerar la cadena perpetua como una manifestación de humanismo y una expiación justa.
Por su parte, Vladímir Vasílyev, ex viceministro del Interior y jefe del grupo parlamentario del partido oficialista Rusia Unida en la Duma Estatal (cámara baja del Parlamento), instó este sábado a tomar «una decisión que responda al ánimo y a las expectativas de la sociedad» respecto al restablecimiento de las ejecuciones.
Mientras, el exministro de Justicia Pavel Krashenínnikov (de Rusia Unida) dijo a la prensa que el Comité de Construcción del Estado y Legislación de la Duma que él encabeza mantiene su postura en contra de la pena de muerte. «La discusión, ya lanzada, sobre la pena de muerte puede derivarnos en una dirección equivocada», estimó Krashenínnikov, al tiempo que subrayó la importancia mayor de plantear «otras historias», como quiénes son los autores intelectuales y los ejecutores del crimen.
«La Duma no puede, ni tampoco el Consejo de la Federación (la cámara alta) puede superar la decisión del Tribunal Constitucional de Rusia en cuestión de la pena capital«, escribió por su parte el senador Andréi Klishas en Telegram. El fallo del Constitucional «no estipula excepción alguna», insistió el político en declaraciones a los medios.
En noviembre de 2022, el presidente del Tribunal Constitucional, Valeri Zorkin, consideró en sus últimas declaraciones sobre el tema que una cancelación de la moratoria de la pena de muerte —vigente desde 1996—, sería una «muy mala señal». A su juicio, sería preciso mostrar a la sociedad el carácter humanista del derecho ruso y de su implementación, así como «atraer el bien, la filantropía y el humanismo a la vida social».
«¡Solo la pena de muerte para los terroristas!», proclamó la senadora Yelena Afanásieva, miembro del Partido Liberal Demócrata de Rusia en su blog. «No hay justificación por razones religiosas ni nacionales para perpetrar un acto de terror», agregó. En su opinión, el pueblo ruso espera que los legisladores quiten la moratoria de la aplicación de esta forma de castigo para los delitos más graves.