Macron cataloga de «crimen de guerra» el posible traslado forzoso de la población de Rafah

El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que cualquier traslado forzoso de personas desde la ciudad en el sur de la Franja de Gaza, constituiría «un crimen de guerra», informó la Radio del Ejército israelí el domingo 24 de marzo.

El mandatario repitió su oposición a cualquier operación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para luchar contra el movimiento palestino Hamás en Rafah, donde la mayor parte de la población gazatí se ha refugiado después de meses de combates, desencadenados por el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre.

En una llamada telefónica entre los dos líderes, Macron también condenó enérgicamente el anuncio hecho por Israel el 22 de marzo sobre la apropiación de 800 hectáreas, o sea, ocho kilómetros cuadrados de tierra en Cisjordania para nuevos asentamientos.

El presidente francés le dijo a Netanyahu que tenía la intención de presentar un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de la ONU pidiendo «un alto el fuego inmediato y duradero».

Además, Macron instó a Israel a abrir inmediatamente todos los puntos de cruce hacia la Franja de Gaza.

La planeada ofensiva terrestre de Rafah ha enfrentado una intensa presión internacional, con advertencias de que causaría bajas civiles masivas y empeoraría la crisis humanitaria.

Sin embargo, Israel insiste en que es necesario llevar a cabo su campaña para destruir a Hamás, ya que, según la versión del gobierno de Netanyahu, en dicha ciudad, que antes había catalogado como «zona segura» para los civiles palestinos, y donde se ha trasladado más de la mitad de la población que residía en Gaza, se encuentran batallones del movimiento islamista rebelde.

El 7 de octubre del pasado año, un ataque coordinado por Hamás en territorio israelí dejó unos 1.200 muertos, alrededor de 5.500 heridos y provocó la captura de 253 rehenes, en su mayoría civiles, de los cuales cerca de 100 fueron posteriormente liberados en intercambios de prisioneros.

En represalia, Israel declaró la guerra al movimiento palestino e inició una campaña de bombardeos sobre el enclave, al tiempo que imponía un bloqueo total a Gaza, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible.

El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza. Estas acciones han provocado la muerte de más de 32.200 palestinos y han dejado unos 74.500 heridos hasta la fecha.

Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.

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