Moscú, 25 mar. El ataque terrorista a la sala de conciertos Crocus City Hall, a las afueras de Moscú, es una operación de bandera falsa, opinó hoy la redactora jefa del grupo mediático Rossiya Segodnya, Margarita Simonián.
«Es a todas luces evidente que se concibió una operación monstruosa, brutal, de bandera falsa. Para ejecutarla, fueron seleccionadas ex profeso las personas que pudieran presentarse como del Estado Islámico, grupo proscrito en Rusia por terrorista», afirmó Simonián este lunes en el canal de televisión Rossiya 1.
Dicha organización, a su juicio, fue elegida porque «había perpetrado un gran número de atentados terroristas a lo largo del mundo» y «no está relacionada con Ucrania, de la cual no sospecharían».
Para la especialista, «no caben dudas» de que detrás del ataque a Crocus City Hall están los ucranianos y sus «amaestradores» de Occidente.
El 22 de marzo, un grupo de hombres armados vestidos de camuflaje desató un tiroteo en dicha sala de conciertos, ubicada en la ciudad de Krasnogorsk, en la periferia noroeste de Moscú, apenas unos minutos antes de comenzar su actuación la banda rusa de rock Picnic.
El tiroteo fue seguido por un incendio, que según el Ministerio de Emergencias, afectó un área de casi 13 mil metros cuadrados, y de acuerdo con los últimos datos oficiales, tuvo un saldo de 137 muertos y 180 heridos.
Hasta ahora fueron detenidos 11 implicados en el atentado, incluidos los cuatro atacantes que abrieron fuego contra los asistentes.
Según el Servicio Federal de Seguridad, después del atentado los terroristas planeaban cruzar la frontera ruso-ucraniana y tenían contactos apropiados del otro lado, sin embargo, Kiev negó de plano su implicación en el ataque.
La Justicia rusa ordenó poner bajo arresto hasta el 22 de mayo a los cuatro autores materiales del atentado, todos ellos originarios de Tayikistán, quienes ya admitieron su culpabilidad.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró duelo nacional el domingo por las víctimas del atentado, el más sangriento en dos décadas en Rusia.
Además, se cancelaron todos los eventos masivos y de entretenimiento programados para los próximos días.
Numerosos líderes mundiales se solidarizaron con el pueblo ruso y condenaron el ataque en los términos más enérgicos.