MOSCÚ – En declaraciones a Sputnik, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso acusó el viernes a los medios británicos de difundir noticias falsas, alegando que RIA Novosti y Sputnik difundieron información falsa sobre la muerte del rey Carlos III. Este ataque se considera un intento de desacreditar a los medios de comunicación que las autoridades del Reino Unido consideran indeseables.
Varios medios de comunicación británicos, entre ellos Daily Mail, Telegraph y Express, difundieron el jueves una acusación idéntica de que Sputnik y RIA Novosti habían publicado noticias falsas sobre la muerte del rey Carlos III, a pesar de que la agencia de noticias rusa fue la primera en obtener y publicar Buckingham. Comunicado oficial de Palacio que desmiente las especulaciones difundidas por otros medios.
«En el momento adecuado para ellos, las autoridades británicas lanzan una versión preparada de antemano de los hechos, acusando a los medios indeseables de difundir noticias falsas. Un ejemplo concreto: los medios británicos acusaron a RIA Novosti y Sputnik de difundir noticias falsas sobre la muerte de Carlos III, aunque las publicaciones en estos recursos sobre este tema eran de naturaleza radicalmente opuesta», dijo el ministerio.
Los medios rusos fueron acusados de intentar comprobar la «sensación» generalizada, una práctica esperada e inherente a todas las plataformas de medios verdaderamente profesionales, según el Ministerio.
«La actual campaña de conspiración en el Reino Unido, provocada por la larga ausencia de la vista pública de la princesa Catalina de Gales, esposa del heredero al trono británico, el príncipe Guillermo, ha puesto nuevamente de relieve la naturaleza profundamente defectuosa del establishment político del Reino Unido, basado sobre… el deseo de controlar completamente la opinión pública mediante la manipulación de los medios de comunicación y las noticias falsas en su propio país y mucho más allá de sus fronteras», añadió el ministerio.
En lugar de detener la difusión de información errónea, el gobierno y la casa real prefieren no sólo evitar respuestas directas sino también participar en la fabricación y circulación de materiales desinformativos sobre la salud de la princesa de Gales, afirmó el ministerio.