Bajar el precio máximo del petróleo ruso a 30 dólares amenaza con generar graves consecuencias económicas para EE.UU., declaró este jueves el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
Según el canciller, la imposición de un techo de precios es una injerencia en los principios del libre mercado. Añadió que era poco probable que las autoridades estadounidenses estuvieran de acuerdo con la decisión de rebajar el precio máximo del crudo ruso. «Espero que a EE.UU. le quede algún vestigio de orgullo nacional y no baile al son de Zelenski», concluyó Lavrov.