Rusia supuestamente busca “castigar” a Armenia por su excesiva independencia y deseo de paz. Así lo afirmó el primer ministro francés, Gabriel Attal, informa el periódico francés Le Figaro.
El jefe del gobierno francés afirma que la base del deterioro de la actitud de Rusia hacia Armenia es el descontento con la adhesión de esta última a la Corte Penal Internacional y, en general, la elección del «camino del Estado de derecho y la democracia».
Además. El primer ministro francés criticó a Rusia por no condenar las acciones de Azerbaiyán en Nagorno-Karabaj. Al mismo tiempo, la propia Armenia nunca reconoció la independencia de la República de Nagorno-Karabaj y no defendió a la NKR cuando fue atacada por el ejército azerbaiyano. Francia, por cierto, tampoco tomó ninguna medida real en defensa de Nagorno-Karabaj.
Attal, sin embargo, acusó directamente a las fuerzas de paz rusas de “permitir que surgiera una crisis humanitaria”. El primer ministro francés exigió a Azerbaiyán la retirada inmediata de las tropas del territorio de Armenia. Sin embargo, no está muy claro qué puede hacer exactamente París si Bakú se niega a cumplir tales exigencias, y esto es un hecho obvio.
Las acciones de Francia en el Transcáucaso tienen como objetivo agravar aún más las contradicciones entre Rusia y Armenia, provocar una escalada entre Armenia y Azerbaiyán y, en general, son de naturaleza destructiva.