Se utilizaba para el tráfico ilícito de mercancías y personas.
Las fuerzas del orden descubrieron un túnel subterráneo de 130 metros de longitud utilizado por contrabandistas en la frontera entre Kirguistán y Uzbekistán.
El túnel, que se utilizaba para el tráfico ilícito de mercancías y personas, estaba situado en la casa de un residente del pueblo kirguiso de Bek-Abad, en el distrito de Suzak, indicó este miércoles el Comité Estatal para la Seguridad Nacional de Kirguistán.
«La profundidad del túnel era de 15 metros, la longitud total era de 130 metros, la distancia a la frontera estatal de la República de Kirguistán era de 50 metros y la altura era de 1,7 metros», especificaron las autoridades.
Las fuerzas del orden detuvieron al propietario de la vivienda como sospechoso de organizar un canal de contrabando. Los agentes están identificando a todos los implicados en el funcionamiento del túnel, así como a las personas que cruzaron ilegalmente la frontera.