Los soldados que destruyeron uno de los tanques estadounidenses y los que consiguieron grabarlo desde dentro, relataron en detalle el ataque y su impresión del carro de combate.
Los militares rusos que lograron inspeccionar el interior de un tanque Abrams al servicio de las fuerzas ucranianas que fue destruido a principios de marzo, afirmaron que «no hay nada inusual» en este vehículo y consideran que los fabricados en Rusia son mejores.
«No hay nada inusual en este tanque, elogiado en Occidente y en Ucrania. Tras sentarme en su interior, puedo decir incluso que es peor que los nuestros, por ejemplo, el mismo T-90. Me dejó una mala impresión, esperaba más«, dijo uno de los soldados en una breve entrevista publicada este miércoles por el Ministerio de Defensa de Rusia.
«Arden aún más que cualquier otro tanque»
Además, un militar que participó en la destrucción del Abrams relató detalladamente la ofensiva. Según sus palabras, se detectó el movimiento de vehículos ucranianos cerca de la aldea de Berdychi, en la zona de Avdéyevka, en la República Popular de Donetsk. Tras localizar el objetivo, se lanzó un ataque con drones kamikaze FPV Upyr, de producción rusa.
«Arden aún más que cualquier otro tanque»
Además, un militar que participó en la destrucción del Abrams relató detalladamente la ofensiva. Según sus palabras, se detectó el movimiento de vehículos ucranianos cerca de la aldea de Berdychi, en la zona de Avdéyevka, en la República Popular de Donetsk. Tras localizar el objetivo, se lanzó un ataque con drones kamikaze FPV Upyr, de producción rusa.
La primera aeronave alcanzó la oruga y la segunda impactó directamente en el tanque, tras lo cual se produjo un pequeño incendio. A continuación, otros drones «lo abatieron por completo», agregó, indicando que la tripulación abandonó el vehículo. Sin embargo, según otro militar que logró acercarse al carro de combate, sus ocupantes no lograron escapar y sus cuerpos quedaron cerca del blindado.
Según el soldado que atacó el Abrams, inicialmente no se sabía qué tipo de vehículo de combate había sido destruido. «Al principio, de hecho, no esperaba que fuera uno estadounidense. […] Al fin y al cabo, los [tanques] estadounidenses arden aún más que cualquier otro tanque«, declaró.