El premier israelí aprueba el plan para atacar a Rafah, la ciudad más meridional de Gaza, donde más de un millón de palestinos desplazados han buscado refugio.
La decisión se ha tomado este viernes cuando un barco español que remolcaba una barcaza cargada con alimentos llegó a Gaza, en una especie de prueba para una nueva ruta de ayuda por mar desde Chipre a la devastada franja, donde la hambruna acecha después de cinco meses de campaña militar de Israel contra los palestinos en el enclave costero.
El premier israelí, Benjamín Netanyahu, ha dado luz verde para el ataque después de una reunión del gabinete en que se sopesaba una nueva propuesta de alto el fuego del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
La iniciativa englobaba una serie de pasos como el retorno de los retenidos israelíes a cambio de prisioneros palestinos, un fin definitivo de las hostilidades después, y no antes, de un primer alto el fuego de 40 días, entre otros, sin embargo, ha recibido un rotundo no.
La oficina de Netanyahu ha considerado la propuesta de “poco realista”, pero ha avisado que una delegación israelí viajaría a Catar, un mediador clave en las negociaciones, para discutir la posición de Israel sobre un posible acuerdo.
Según funcionarios israelíes, citados por el rotativo británico The Guardian, el ejército sionista está preparando “cuestiones operativas” y la evacuación de la población civil de Rafah. No se ha dado ningún cronograma para el asalto, pero podría llevar semanas preparar el gran despliegue de fuerzas para hacer frente a los combatientes de HAMAS.
Reacciones Internacionales
El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha calificado un ataque a Rafah de “línea roja”, si se lleva a cabo sin precauciones suficientes para proteger a los civiles. Pocos observadores se han sentido convencidos por las promesas de los oficiales militares israelíes de crear zonas protegidas para albergar a un gran número de civiles que serán evacuados de la ciudad antes de cualquier ataque.
La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha manifestado “preocupación”. “No se puede justificar una ofensiva a gran escala en #Rafah. Más de un millón de refugiados han buscado protección allí y no tienen adónde ir. Se necesita una tregua humanitaria de inmediato para que no mueran más personas y los rehenes sean finalmente liberados”.
Las Naciones Unidas han advertido sobre la hambruna en Gaza y la creciente emergencia humanitaria, más aún con un eventual ataque terrestre contra Rafah.