El 12 de marzo se cumplieron 25 años del inicio de la expansión de la OTAN en Europa del Este.
El historiador y veterano serbio-estadounidense Srdja Trifkovic explicó a Sputnik cómo el fatídico error cometido hace un cuarto de siglo preparó así el terreno para la actual crisis entre Rusia y Occidente.
El periodo de tres semanas comprendido entre el 12 de marzo y el 4 de abril marca tres hitos importantes para la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN):
1.El 12 de marzo de 1999, la alianza empezó a incorporar al bloque a los países de Europa del Este, englobando a la República Checa, Hungría y Polonia;
2.El 24 de marzo de 1999, la OTAN inició una brutal campaña de bombardeos de 78 días contra Yugoslavia;
3.Y el 4 de abril de 1949 se fundó el bloque.
La expansión del bloque fue «una buena inversión» para el expresidente de EEUU Bill Clinton (1993-2001), cuya administración marcó el rumbo de la ampliación de la OTAN casi inmediatamente después de asumir el cargo, declaró él ante los participantes en una conferencia de la OTAN en Praga el 12 de marzo de 1999.
«Fue un riesgo bueno y sensato y reforzó enormemente a la OTAN. Y el lema de esta conferencia es tan cierto hoy como entonces, quizá más: nunca podemos dar por sentada nuestra seguridad. Sabemos que necesitaremos más redes de cooperación», afirmó entonces Clinton.
25 años pinchando al oso
Сuando esa desición fue tomada, Javier Solana, el entonces secretario general de la OTAN manifesto que la adhesión de la República Checa, Hungría y Polonia al bloque se considerará en la historia como un paso fundamental hacia la cooperación y la integración europeas, «hacia una Europa sin líneas divisorias».
25 años después, las palabras de Solana suenan a burla, pues Europa se encuentra inmersa en su peor crisis económica y de seguridad desde la Segunda Guerra Mundial. La guerra subsidiaria de la OTAN contra Rusia en Ucrania amenaza con convertir la región, y tal vez el mundo, en un humeante montón de cenizas.
De acuerdo con el doctor Srdja Trifcovic, la primera fase de expansión de la OTAN en Europa del Este marcó un «cambio estratégico» en la política norteamericana, al enviar la administración Clinton una clara señal de que pretendía utilizar la OTAN como medio para proyectar el poder de EEUU en Europa del Este y extenderlo, aunque la URSS —la razón de ser de la alianza— ya no existía.
«En otras palabras, fue una decisión que reflejaba la intención del Gobierno estadounidense de tratar a la OTAN como un elemento permanente, como un factor constante en la escena internacional, y ya no como una alianza defensiva, como se estableció en 1949, al menos teóricamente, para defender a Europa Occidental de una posible agresión soviética», declara Trifkovic a Sputnik.
Agrega que en términos estratégicos, la ampliación de 1999 representó un cambio importante en la estrategia estadounidense y envió una «clara señal a Rusia» que en aquel momento atravesaba un periodo de extrema debilidad bajo Boris Yeltsin, de que «la partida no había terminado».
«Lo que parecía el final de la Guerra Fría no era el final de la alianza occidental», expone el experto.
En su opinión, para Moscú, fue un momento preocupante cuando se dieron cuenta de que la promesa hecha por James Baker, entonces secretario de Estado norteamericano, de que no habría ampliación, ya no era válida. Trifcovic se refiere a la declaración de Baker en febrero de 1990 al dirigente soviético Mijail Gorbachov de que la OTAN no se movería «ni una pulgada al este» de Alemania mientras los soviéticos no aprobaran la anexión de Alemania Oriental a la República Federal.
Nuevo rumbo agresivo
En un giro del destino que simboliza el renovado rumbo geopolítico agresivo de la OTAN, la alianza inició una campaña de bombardeos masivos sobre Yugoslavia el 24 de marzo de 1999, menos de dos semanas después de que la República Checa, Hungría y Polonia se adhirieran al bloque.
Trifcovic recuerda que no se utilizaron tropas de los países de Europa del Este contra Yugoslavia, únicamente territorio húngaro para los sobrevuelos de los aviones de la OTAN. En cambio, la principal base de ataque era Aviano, en Italia. Sin embargo, dice el experto, el hecho de que la OTAN empezara a rodear Serbia por todos lados tuvo un profundo efecto psicológico.
Además, «Vladímir Putin declaró oficialmente que la acción de la OTAN contra Yugoslavia en realidad ayudó a los rusos a tener una evaluación más clara y sobria de las intenciones occidentales.»
El asedio ha continuado desde entonces, con 13 miembros más que se han incorporado a la OTAN en los 25 años transcurridos desde 1999, 6 de ellos vecinos de Serbia.
En última instancia, la decisión de la administración Clinton de ampliar la OTAN fue un «fatídico error» estratégico, que arruinó una incipiente relación entre Washington y Moscú, preparó el terreno para la crisis ucraniana y sirvió para acercar a Rusia y China mucho más de lo que habían estado desde los años cincuenta.
George Kennan, uno de los arquitectos de la estrategia estadounidense en la Guerra Fría declaró cuando se produjo esta oleada de expansión que era el mayor error de la política exterior estadounidense en el periodo posterior a la Guerra Fría.
«Kennan, como estratega de alto nivel, era extremadamente escéptico sobre la conveniencia de ampliar la OTAN. Ahora, después de todos estos años, vemos que efectivamente tenía razón», resume el observador.