Putin va «un paso adelante» de Occidente al hablar sobre la paz antes que Estados Unidos y Europa

Vladímir Putin envió un mensaje sobrio a los líderes occidentales de cuáles son las líneas que no pueden cruzar en Ucrania para evitar una guerra nuclear con Moscú, haciendo una ‘jugada ajedrez por partida doble’: Rusia está lista para cualquier confrontación, pero también lista para sentarse a hablar, señalaron analistas a Sputnik.

La entrevista del presidente ruso con el grupo mediático Rossiya Segodnya —al que pertenece Sputnik— deja ver que el país euroasiático tiene muy clara su postura con respecto al teatro geopolítico mundial: una nación que sabe negociar, pero que no se deja de ninguna otra potencia cuando se trata de defender la seguridad.

«Es un mensaje directo que les manda el presidente Putin [a los líderes occidentales] de hasta dónde se puede evitar una confrontación bélica que, a su vez, podría desencadenar una guerra nuclear», asegura Jesús López Almejo, internacionalista de la Universidad de Baja California y experto en espacios geopolíticos.

De acuerdo con el analista, Putin vuelve a marcarle línea roja a Europa y a Estados Unidos, ante la intervención «ya directa» de estos actores en el conflicto ucraniano. Según el experto, ya es bastante visible un aumento de la beligerancia occidental contra Rusia y de las narrativas rusófobas tras los fracasos de las tropas ucranianas en el frente contra las fuerzas rusas.

Pero lo que podría destacarse de esta entrevista es, también, la sobriedad del presidente Putin al abordar un tema tan delicado como una confrontación nuclear, sugiere Imelda Ibáñez, especialista en Historia diplomática de Rusia y su política exterior de la Universidad Estatal de San Petersburgo.

«Me pareció muy sobria y sobre todo muy objetiva la forma a través de la cual Putin dice que Rusia consideraría el uso de armas nucleares solo si la existencia del propio Estado ruso se ve amenazado en su soberanía e independencia», comenta la también académica del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM.

«[La entrevista] no estuvo plagada de amenazas», dice, al tiempo de subrayar que las declaraciones dejan en claro que Rusia no representa, en estos momentos, una amenaza nuclear para el mundo.

«Simplemente planteó lo que dice la doctrina estratégica nuclear de la de la Federación de Rusia», puntualiza.

«Una bofetada con guante blanco»
Putin ha dicho en varias ocasiones que los recientes ingresos de Finlandia y Suecia la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ponen en riesgo la seguridad nacional de su país. Por ello, el mandatario ruso hizo énfasis en la palabra «disuasión nuclear», no en empezar una guerra nuclear como suele confundirse en redes sociales y algunos medios de comunicación, observa David García Contreras, académico en relaciones internacionales de la UNAM.

«Lo que dice Putin es: ‘estamos preparados para lo que pueda venir y, de hecho, enviaremos tropas a la frontera finlandesa y no solamente tropas, sino armamento, porque no lo teníamos’.

Eso es la disuasión. Porque el presidente jamás dijo algo sobre ‘hacer la guerra nuclear'», explica.

De hecho, apunta López Almejo, Putin tuvo la destreza diplomática de, a la vez, asegurar que su país también sabe negociar la paz, siempre y cuando ésta no ponga en peligro la existencia del Estado ruso.

«Eso también desarticula lo que ha estado haciendo Europa de aumentar la narrativa bélica en torno al rearme y a incrementar los presupuestos de gasto militar de los países de la OTAN, no solamente al 2% [del PIB] como lo pide la Alianza, sino incluso al 3% como lo sugería Polonia», puntualiza el especialista.

Según él, con estas narrativas, los líderes europeos y estadounidenses caen en «un despropósito que se ve cada vez más ilegítimo ante la población europea, que no quiere ser arrastrada a una gran guerra», mientras los europeos, en cambio, escuchan al dirigente ruso hablar de la construcción de la paz.

«En términos de legitimidad, Putin ya va un paso adelante y ya les dio una bofetada con guante blanco», señala el investigador.

Y es que en Occidente el discurso y la acción bélica es evidente: Estados Unidos espera que para julio haya más países de la OTAN que gasten al menos el 2% de su PIB en defensa; Macron habla sobre la posibilidad de enviar tropas a Ucrania, y oficiales alemanes debaten sobre atacar el puente de Crimea con misiles Taurus.

«Estados Unidos no está dispuesto a hacer concesiones, porque siente que todavía tiene posiciones hegemónicas, aun cuando la unipolaridad ya ha sido golpeada desde 2022», agrega Ibáñez. «Pero por otro lado, Rusia no está dispuesta ya a hacer concesiones porque desde hace 20 años Putin hizo una reconfiguración para posicionar a su nación nuevamente en el ámbito de la política internacional».

Occidente, ¿desenmascarado?
Sobre las declaraciones de Putin en cuanto a la voracidad de Occidente que ha «destrozado» a países en América Latina, África y otras latitudes, López Almejo señala que el jefe de Estado ruso pinta de cuerpo entero a los dirigentes occidentales, los desnuda y los desenmascara porque «las relaciones asimétricas que han desarrollado los principales partidarios del bloque occidental con diferentes países más vulnerables de otras regiones les han permitido aprovecharse de esos recursos sin beneficios o sin retribución proporcional al saqueo».

«Rusia siempre será un estado independiente que no permitirá subyugarse a intereses coloniales o de hegemonía por parte de los Estados occidentales; creo que esa es la naturaleza histórica de Rusia», sostiene, por su parte, Ibáñez.

García Contreras, en tanto, asegura que el mensaje de Putin a los países en África o América Latina es que pueden ser partícipes en este rediseño del nuevo orden mundial.

«Rusia jugará un papel muy importante junto con China para establecer estas nuevas realidades donde las excolonias de estas naciones puedan tener relaciones más abiertas y más prolíficas con China y con Rusia», dice el experto.

«Me parece que es algo en lo que han trabajado mucho las diplomacias rusa y china, y ya van muy avanzadas en términos de contactos comerciales, financieros, políticos y de todo tipo», añade.

Mensaje al interior y al exterior
Las palabras de Putin al grupo mediático Rossiya Segodnya obliga a Washington a «dilucidar y debatir» sobre cuál es la mejor estrategia para relacionarse con Moscú, afirma López Almejo, quien ejemplifica lo anterior con las diferentes posturas políticas internas, en las que senadores republicanos como Mike Lee han sugerido que Estados Unidos no podría estar en una OTAN que acepte a Ucrania como miembro.

«Putin no necesita ponerse a dividir o ponerse a pelear, pero con solo mantener una postura firme como lo ha hecho hasta ahora hace que los otros se dividan sobre los enfoques en cuanto a cómo lidiar con Rusia», dice el especialista.

«En ese sentido, me parece que hace una jugada de ajedrez benéfica por partida doble», comenta.

«Por un lado, le pinta a Estados Unidos una línea roja, al advertirles que, si sus tropas van a Ucrania, los verán cómo beligerantes y, por lo tanto, como blancos legítimos. Eso levanta también el orgullo y la confianza nacional rusa, pero también manda un mensaje Occidente sobre el proceso electoral en EEUU al decir: ‘miren ustedes, el presidente [Biden] indirectamente nos está orillando a una guerra que nadie quiere», concluye López Almejo.

 

 

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