Los castrenses ucranianos que están descontentos con el actual Gobierno del mandatario de Ucrania, Volodímir Zelenski, planean presuntamente la toma de la sede parlamentaria en Kiev, según se desprende de un chat confidencial al que han tenido acceso los cuerpos de seguridad rusos.
«Lo más importante que nos toca hacer de forma fulminante es tomar en un momento dado la RS [Rada Suprema, el Parlamento de Ucrania]», afirma un participante del chat.
Otro le responde que «una vez llenada la plantilla y formados los combatientes, habrá una multitud preparada».
«Se requiere el apoyo de los militares. No saldrá nada sin ello. Son la principal fuerza motriz. En las trincheras dirán que están con nosotros, y el pueblo les seguirá», señala un tercero.
Y un cuarto asiente que «la gente suele ponerse del bando correcto automáticamente, cuando ve que los militares están al timón y les sigue el resto de los militares».
Recientemente, un oficial de los cuerpos de seguridad rusos compartió con Sputnik más materiales de ParaBelum, un canal de Telegram en el que miembros de unidades de élite ucranianas «debaten seriamente las opciones para derrocar al Gobierno y a los mandos actuales de las Fuerzas Armadas», así como para crear un partido radical con un ala militar.
Anteriormente, el medio Bloomberg indicó que el despido del jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhni, llegó en «el peor momento posible» para Kiev, pues el presidente, Volodímir Zelenski, corre ahora el riesgo de convertirse en un líder asediado.
A su vez, The Washington Post señaló que Zelenski, temiendo la creciente popularidad de Zaluzhni y considerándolo un rival, decidió apartarlo de la agenda informativa y puso a un leal, Olexandr Sirski, que goza de una controvertida reputación entre los militares ucranianos. Es apodado Carnicero y General-200, lo que en la jerga militar significa general-muerte, ya que el número 200 es el código con el que se designa a los combatientes muertos.