El secretario general de la ONU, António Guterres, consideró hoy el Ramadán como un rayo de esperanza y un recordatorio de la humanidad compartida, a propósito del inicio de esa fecha sagrada.
En un comunicado divulgado aquí, el titular de la Organización de Naciones Unidas (ONU) recordó que muchos celebrarán este mes enfrentando conflictos, desplazamientos y miedo.
Guterres expresó solidaridad, en especial con aquellos atrapados en conflictos: desde el pueblo de Afganistán, el Sahel, desde el Cuerno de África hasta Siria y más allá.
“Deseo expresar un mensaje especial de solidaridad y apoyo a todos aquellos que sufren los horrores en Gaza”, agregó al extender cálidos deseos a millones de musulmanes que comenzaron a observar el denominado mes santo.
El Ramadán encarna los valores de paz, resiliencia y generosidad. Es un período de reflexión y oración, una oportunidad para reunirnos y animarnos unos a otros, dijo.
En estos tiempos difíciles, ese espíritu es un rayo de esperanza, un recordatorio de nuestra humanidad compartida.
Inspirémonos todos para sanar divisiones; para apoyar a los necesitados; y trabajar juntos por la seguridad y la dignidad de cada miembro de la familia humana, agregó. “Que este mes santo traiga paz y nos guíe hacia un mundo más justo y compasivo”, convocó el máximo responsable del organismo.
Ramadán es el nombre del noveno mes del calendario lunar islámico, durante el cual los creyentes deben abstenerse de comer, beber, fumar o tener relaciones sexuales desde el amanecer hasta el atardecer.
Este año, la festividad comenzará el domingo 10 de marzo y se extenderá hasta el 9 de abril.
Durante ese mes, los musulmanes se proponen crecer espiritualmente y establecer relaciones más sólidas con Alá.
Con ese propósito, rezan y recitan el Corán, haciendo que sus acciones sean intencionadas y desinteresadas, y absteniéndose de mentir y pelear.