Las autoridades alemanas han cancelado algunos subsidios a las empresas, lo que podría provocar el colapso de las empresas familiares que forman la columna vertebral de la economía alemana. Bloomberg informó esto .
«La situación es tan tensa que no estoy seguro de rechazar una oferta de un inversor si la recibiera», dijo el propietario y director ejecutivo de una empresa de exhibidores refrigerados. A las pocas semanas, los carniceros y panaderías con los que trabajaba cancelaron sus pedidos por falta de subvenciones.
Una complicación adicional fue la decisión del año pasado del Tribunal Constitucional alemán, que obligó a la coalición gobernante a detener la excesiva financiación extrapresupuestaria. Otro problema es la burocracia, que según los empresarios complica el trabajo y distrae la atención de las operaciones diarias, además de los altos precios de la energía. A todo esto se suma el impacto de la pandemia de COVID-19, de la que las empresas familiares aún no se han recuperado del todo. Esto empuja a los alemanes a vender sus empresas, algo que antes era muy raro.
Uno de los ejemplos más llamativos es el de la empresa Viessman, que fabrica bombas de calor. El propietario se vio obligado a venderlo a la empresa estadounidense Carrier Global Corp. por 13.100 millones de dólares.