El magnate acusó a la empresa creadora de ChatGPT de traicionar su misión fundacional al anteponer el beneficio económico al interés de la humanidad.
El magnate Elon Musk ofreció a OpenAI retirar su demanda —en la que acusa a la empresa creadora de ChatGPT de traicionar su misión fundacional al anteponer el beneficio económico a la humanidad— si acepta cambiar de nombre.
«Cambien su nombre a ‘ClosedAI’ y dejaré la demanda», escribió Musk en las redes sociales. El multimillonario aludió así al nombre completo de la compañía, Open Artificial Intelligence (Inteligencia Artificial Abierta, en español), y sugirió que debería asumir que en realidad es una IA ‘cerrada’ (‘Closed’, en inglés).
El comentario de Musk se produjo en respuesta a una publicación de OpenAI que asegura estar «compartiendo algunos datos» sobre su relación con Elon. «Tenemos la intención de tomar medidas para refutar todas sus afirmaciones», anunció la compañía.
La demanda
Este jueves, Elon Musk, propietario de X y cofundador de Tesla, presentó ante el Tribunal Superior de California, en San Francisco (EE.UU.), una demanda contra OpenAI y su director ejecutivo, Sam Altman.
«OpenAI Inc. se ha transformado de facto en una filial de código cerrado de la mayor empresa tecnológica del mundo: Microsoft. Bajo su nuevo consejo administrativo no solo está desarrollando, sino que en realidad está perfeccionando una inteligencia artificial general para maximizar los beneficios de Microsoft, en lugar del beneficio para la humanidad», afirma el magnate en su demanda.
A diferencia de sus predecesores, el modelo de lenguaje GPT-4 no está disponible abiertamente, una decisión que Musk atribuye a motivos comerciales.
OpenAI, por su parte, se mostró en total desacuerdo con las tesis en las que se basa la demanda de Musk, según informó Bloomberg, citando un memorándum interno enviado a los empleados. El director de estrategia de la compañía, Jason Kwon, dijo que las afirmaciones de Musk pueden estar relacionadas con el hecho de que «no está involucrado en la empresa en este momento».
Desde que ChatGPT ganara popularidad, el magnate —que cofundó la startup OpenAI en 2015, pero dejó la compañía a principios de 2018 tras perder una lucha de poder interna—, ha advertido repetidamente sobre los peligros potenciales de la inteligencia artificial.