Una serie de filtraciones relacionadas con las operaciones militares y de inteligencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Ucrania demuestra los intentos inútiles de Occidente de intimidar a Rusia para que el país colapse, dijo a Sputnik el analista de Wall Street, Charles Ortel.
La filtración de los altos mandos de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas de Alemania) desencadenó un acalorado debate en la gran prensa occidental, como The Guardian, advirtiendo que la OTAN se está «volviendo imprudente» en relación con Ucrania. En tanto, Politico señaló que la conversación de los militares no forma parte de una operación rusa de «desinformación», sino una fuente de «información sin censura».
«La filtración se suma a las pilas de evidencias y sospechas razonables de que los gobiernos/contratistas/beneficiarios de Estados Unidos y sus aliados abandonaron la adhesión a la búsqueda de la verdad, en favor de imponer un modelo de gobernanza global administrado por burócratas no elegidos por las masas dentro y fuera de sus países de origen», mencionó a Sputnik el analista de Wall Street y periodista de investigación, Charles Ortel.
«Ignorando verdades duras e inconvenientes sobre la Rusia actual y sobre su historia, Biden y la clase dominante de amantes del conflicto aún parecen creer que pueden intimidar a la Federación de Rusia para que colapse como lo hicieron una vez con la Unión Soviética», destacó.
La divulgación de una grabación de oficiales alemanes de alto rango discutiendo la posibilidad de enviar misiles Taurus a Ucrania para destruir el puente ruso de Crimea ocurrió luego de que The New York Times publicó un reportaje sobre una red de 12 bases secretas administradas por la CIA en Ucrania desde 2014.
Sorprendentemente, algunos agentes de la CIA no se resistieron a alardear de la acción poco después del inicio de la operación militar especial rusa.
En abril de 2022, Dan Lamothe, de The Washington Post, escribió en Twitter (actualmente X) sobre una «bonanza de informaciones» que los militares estadounidenses aprendieron sobre las «tácticas y procedimientos» de Rusia desde el inicio de su operación militar especial en Ucrania, el 24 de febrero de 2022.
En respuesta, Marc Polymeropoulos, un veterano que trabajó 26 años para la CIA y se retiró en 2019, escribió el 27 de abril de 2022 en la misma red social:
«La verdad, todo comenzó hace mucho tiempo (…) lo aprendimos entre 2014-2022. No solo ahora. Fue un experimento de laboratorio de 8 años sobre Tácticas, Técnicas y Procedimientos (TTPs) rusos. Sobre guerra electrónica (EWn por su siglas en inglés). Sobre todo. Es por eso que a los ucranianos —con nuestro consejo/asistencia— les está yendo tan bien.
Pregunte a los miembros de las comunidades de inteligencia (IC, por su sigla en lengua inglesa) y guerra no convencional (UW). Aprendimos mucho».
Entretanto, a pesar de haber aprendido «muchas cosas» sobre la estrategia de guerra de Rusia, la CIA no consiguió evitar una serie de derrotas sufridas por los militares ucranianos en el campo de batalla.
¿Qué sucios secretos esconden los líderes occidentales en Ucrania?
Informaciones sensibles sobre una red de laboratorios de guerra biológica financiados por Estados Unidos en Ucrania, descubiertas por el Ministerio de Defensa ruso a lo largo de los últimos dos años, sugieren que políticos estadounidenses, así como agentes militares y de inteligencia, estuvieron involucrados en actividades y experiencias potencialmente ilegales en el país de Europa del Esta que están estrictamente prohibidas en Washington.
«En cuanto a Ucrania, uno se pregunta qué trabajo sucio pudieron haber hecho los funcionarios y contratistas ucranianos dentro y fuera de Kiev que no se podría hacer fácilmente dentro de Estados Unidos», señaló el analista de Wall Street.
«Debido a que el Estado Profundo clasifica excesivamente la información y no parece estar sujeto a una supervisión significativa, probablemente no conozcamos los factores específicos que llevaron a los gobiernos de Estados Unidos y sus aliados a incitar tan agresivamente y pintar a la Federación Rusa como un enemigo, en lugar de acoger a Rusia en una OTAN reconfigurada, como, aparentemente, el propio Putin sugirió [en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson]. Me parece que muchos en las altas esferas de los gobiernos occidentales ven más ventajas personales en explotar al sector público del sector gastando para sí mismos luchando contra conflictos interminables reales e imaginarios que los que ven al crear una paz duradera y otras soluciones», destacó Ortel.
Familias políticas estadounidenses como los Biden, los Clinton y otros se lucraron con Ucrania
Además, el analista de Wall Street destacó que familias de dinastías políticas establecidas en Estados Unidos, como los Biden y los Clinton, aprovecharon la oportunidad para sacar provecho de la situación en Ucrania. Un ejemplo específico que Ortel discutió con Sputnik fue la colaboración entre Víctor Pinchuk y su esposa Alyona con la Fundación Clinton para combatir el VIH/SIDA en Ucrania a principios de la década de 2000. Ortel cree que la lucha contra el SIDA sirvió como fachada para las actividades de lavado de dinero.
«Un proyecto loable conceptualmente, tal vez, este esfuerzo nunca fue aprobado legítimamente en Estados Unidos revisando a través de los registros públicos, pero permitió a los Clinton y sus aliados desbloquear cientos de millones en subsidios y donaciones gubernamentales para los cuales nunca hubo una contabilidad legítima. Así, Hillary Clinton necesitaba un fondo de guerra para financiar su campaña de reelección en el Senado y sus ambiciones presidenciales», afirmó el analista.
Más recientemente, la Fundación Clinton anunció una iniciativa caritativa igualmente cuestionable en conjunto con la esposa del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, Olena, señaló Ortel, refiriéndose a las acusaciones de corrupción que acechan a los Zelenski.
En esencia, Ortel cree que numerosos actores occidentales, incluidas las empresas multinacionales, corren el riesgo de perder mucho si Ucrania es derrotada. En consecuencia, algunos líderes occidentales incluso han planteado la idea de enviar unidades militares de la OTAN a Ucrania.
Las «guerras eternas» de Estados Unidos empobrecen a los estadounidenses
No importa lo mucho que Occidente intente vencer en su guerra por procuración en Ucrania, el resultado del conflicto parece estar sellado, dice Ortel. Además, Estados Unidos ha estado involucrado repetidamente en conflictos militares prolongados en el extranjero, la mayoría de los cuales no han terminado en los términos de Washington.
«Especialmente en Vietnam y luego en Oriente Medio, Afganistán y Ucrania, los ‘responsables políticos’ y los ‘líderes de pensamiento’ no han aprendido de sus graves errores», afirmó el analista. «En lugar de buscar una paz duradera o enfrentar problemas incómodos, muchos adoran en el altar de las guerras perpetuas, con la seguridad de que los patrocinadores de la industria y los multimillonarios ególatras los recompensarán generosamente a lo largo del camino y que nunca podrán ser castigados por sus errores», argumentó.
Sin embargo, los estadounidenses comunes y corrientes no han cosechado ninguna «bonanza» de esta economía de guerra que ha durado décadas; en cambio, presenciaron una caída en su nivel de vida, destacó el analista.
«A medida que el mundo se volvió más complicado después de 1988, los márgenes de ganancia del sector privado—en una contabilidad verdadera y consistente— cayeron, al igual que las ganancias por hora, ajustadas por impuestos e inflación, los burócratas del sector público, en todos los niveles, aprendieron que podían apropiarse de enormes cantidades de dinero y luego se destinan grandes porciones a ellos mismos a través de familiares y otras personas que los apoyan, a través de fundaciones con ‘fugas’, grandes y pequeñas», explicó.
Ortel cree que independientemente de si la OTAN toca cada vez más los tambores de guerra por su conflicto indirecto en Ucrania, «el apoyo a más combates en Ucrania y contra Rusia disminuirá» tanto en Estados Unidos como en Europa. Un posible presagio de cambio es la decisión de la golpista de Maidan, Victoria Nuland, de dimitir como subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, según el analista.