«No me alcanza, ¿cómo hago?»: La crisis de la prensa en Argentina se agudiza en la era Milei

El caso de un periodista que se quejó en vivo de sus condiciones laborales desató un nuevo escándalo.El caso de un periodista que se quejó en vivo de sus condiciones laborales desató un nuevo escándalo.

El periodista Tomi Munaretto estalló frente a cámara y develó, sin querer, la grave precarización que arrastra la prensa en Argentina y que se está profundizando durante el Gobierno del presidente Javier Milei.

Su misión era conseguir testimonios del impacto de la crisis económica en la vida cotidiana de la gente, que serían trasmitidos por el canal Crónica. Para ello, salió a hacer entrevistas en una estación de trenes de Buenos Aires, pero desde el estudio le pidieron que hiciera un mayor aporte periodístico.

«¿Qué querés que aporte?», reclamó indignado, con micrófono en mano. Y entonces, en vivo y en directo, comenzó a gritar que le pagaban menos que a una empleada del hogar y que, además, lo tenían «en negro», es decir, sin contrato, algo que es tan usual como ilegal en la prensa argentina. «No me alcanza, ¿cómo hago?», insistió entre gritos.

El video se viralizó de inmediato. «Periodistas más pobres que los pobres que retratan en sus notas», resumió el reportero Germán de los Santos, al compartir la reacción de su colega.

La jornada aciaga para la prensa incluyó la lucha de las y los trabajadores para evitar el cierre de Télam, la agencia estatal de noticias; el incendio de la sede de la revista digital Anfibia; y paros en redacciones de medios de comunicación de todo el país en reclamo de mejoras salariales.

«En el canal es mucha la gente que está precarizada, sé que muchos están incluso peor a nivel personal, espero que esto sirva más que nada para cambiar la situación», señaló Munaretto en un mensaje de agradecimiento a las múltiples muestras de apoyo que recibió.

Luchas

Pese al reclamo del periodista, la respuesta del canal fue su despido. En medio del escándalo que provocó el video, y que retomaron colectivos de reporteros para advertir que la precarización laboral en los medios es la norma y no una excepción, el comunicador se quedó sin trabajo y bajo amenazas.

«Pasó lo que todos pensaban que iba a pasar: me echaron, y me dijo también la abogada Patricia Dubor de que ella se va a encargar personalmente de que no me contraten en ningún otro medio de comunicación», reveló en otro mensaje.

El respaldo al periodista se multiplicó y se sumó al creciente plan de lucha que lleva a cabo el gremio de la prensa, en un país donde los salarios quedan siempre por debajo de las cifras récord de inflación. En tan solo los primeros dos meses del Gobierno de Milei, el índice de precios al consumidor ha acumulado una suba de más del 50 %.

El martes, mientras el caso de Munaretto se ponía como ejemplo de la fragilidad laboral que padecen miles de reporteros en todo el país, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa realizó un paro por 24 horas, que incluyó cese total de tareas en las redacciones, movilizaciones, radio abierta y asambleas para reclamar a las cámaras patronales del sector un aumento salarial urgente.

«Los sueldos actuales no permiten siquiera subsistir», recordaron en una jornada que ya había sido organizada y que, en el último momento, incluyó el reclamo para evitar el cierre de la agencia Télam, ya que ello dejaría a unos 700 trabajadores en la calle.

En la sede de Télam, en tanto, continúa el acampe permanente de periodistas que resisten el anuncio que Milei realizó el viernes y puso en marcha el lunes, a través de un operativo policial que impidió el acceso a las instalaciones de la agencia.

 

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