«Todo el mundo tiene miedo de mencionar» que EEUU es culpable del sabotaje contra los Nord Stream

La culpabilidad de Estados Unidos es obvia, pero se ignora para salvaguardar las relaciones entre el país norteamericano y Europa, afirmó a Sputnik el historiador constitucional y comentarista político estadounidense, Dan Lazare. La divulgación pública de este hecho «destruirá completamente la OTAN», opina el analista

El retiro de los países occidentales que investigaron los ataques al gasoducto Nord Stream «es una absoluta farsa», declaró Dan Lazare, que también es periodista. «No sé cuánto tiempo más puede durar esto. Es decir, Dinamarca investigó, llegó a una conclusión y todo el mundo sabe que obviamente fue un sabotaje, eso era obvio desde el principio. Y [Dinamarca] se abstiene de señalar a un probable culpable», señaló.

«Y la razón, por supuesto, es que el culpable más probable —de hecho, estoy seguro al 100% de que es el culpable— es Estados Unidos. Pero, Dinamarca, Suecia, todo el mundo tiene miedo de mencionarlo. Es extraordinario», afirmó el comentarista político.

El 26 de febrero, Dinamarca se convirtió en el segundo país europeo en cerrar oficialmente su investigación sobre la explosión del gasoducto Nord Stream, al concluir que las explosiones fueron un acto de «sabotaje deliberado». La primera era Suecia, que se negó a continuar su indagación el 7 de febrero, también sin hacer comentarios sobre el responsable del sabotaje.

La ocultación de la verdad beneficia a los partidos de extrema derecha de todo el continente, que son los únicos dispuestos a reconocer abiertamente el papel de Washington en el acto, indica el analista.

«Cualquier persona de a pie sabe perfectamente quién lo hizo, pero los partidos centristas liberales intentan ocultarlo, intentan negar la realidad», expresó Lazare.

Los únicos partidos que hablan de ello son los partidos populistas de extrema derecha, como Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), de acuerdo con el periodista. La AfD, de hecho, está abordando este tema «con bastante fuerza», agrega.

«Así que si la AfD está subiendo en las encuestas tienen que agradecérselo a Joe Biden, porque Joe Biden explotó el gasoducto, y todo el mundo tiene miedo de admitirlo», indicó Lazare.

Alternativa para Alemania es una de las fuerzas de derechas que gozan actualmente de mayor apoyo en Occidente, en un contexto de dificultades económicas y de creciente impopularidad del apoyo por establishment político a la guerra subsidiaria de Ucrania contra Rusia.

Pero Lazare insistió en que los partidos políticos liberales no son las únicas instituciones que pueden verse perjudicadas por la explosiva realidad del desastre del Nord Stream. «EEUU cometió un acto de guerra contra otro miembro de la OTAN», expuso al recordar que se supone que los miembros de la OTAN no entran en guerra unos contra otros.

Si los dirigentes occidentales reconocieran públicamente la responsabilidad de Washington en el sabotaje del Nord Stream, «las consecuencias políticas habrían sido estremecedoras», subrayó el analista estadounidens.

«Una vez que se admite lo ocurrido, la OTAN se disuelve, porque una alianza no es un plan para que un miembro ataque a otro. Es un pacto de defensa mutua, y EEUU lo violó con creces», afirmó Lazare. El sabotaje contra los Nord Stream es un acontecimiento que resonará durante décadas, agregó.

«Es una explosión del corazón de la alianza occidental, la destruirá completamente. No hay forma de que la OTAN pueda sobrevivir a este golpe una vez que sea demasiado grande para ignorarlo», concluyó.

La OTAN ya ha sufrido varias tensiones a medida que la alianza se ha expandido hacia Europa del Este, la más reciente con Turquía y Hungría, retrasando la adhesión de Suecia al bloque. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, también cuestionó la dirección de la alianza en febrero, criticando la sugerencia del presidente francés, Emmanuel Macron, de enviar tropas europeas para ayudar a Ucrania en Donbás.

Pero la OTAN siempre ha estado dominada por Estados Unidos, una realidad demostrada por el hecho de que todos los comandantes supremos aliados del bloque han sido norteamericanos. El presidente nacionalista francés Charles de Gaulle lo reconoció cuando se negó a poner las tropas francesas bajo el mando de la alianza.

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