La mayoría de los aliados de Francia ya han descartado una intervención directa en el conflicto ucraniano.
El presidente de Francia, Emanuel Macron, no se retracta de sus declaraciones acerca de un posible envío de tropas occidentales al territorio ucraniano, afirmando que se trató de un comentario fruto de la reflexión.
«Cada una de las palabras que digo sobre este asunto está sopesada, pensada y medida, son temas bastante serios», afirmó este jueves a la prensa durante la inauguración de la Villa Olímpica, en las afueras de París.
Sin embargo, el mandatario se negó a proporcionar ningún «comentario geopolítico» en ese contexto, limitándose a decir que ese «no es el lugar» y que «el deporte debe permitir la unión y el apaciguamiento», recogen medios locales.
Tras la cumbre especial sobre Ucrania celebrada el lunes en París, Macron declaró en rueda de prensa que, si bien «hoy no hay consenso para enviar tropas sobre el terreno de manera oficial, asumida y avalada», «en términos dinámicos, no hay que descartar nada«.
Tras esas palabras, la mayoría de los países participantes de la cumbre descartaron tal escenario, que les abocaría a un conflicto directo con Rusia.
Al respecto, el presidente ruso, Vladímir Putin, hizo un comentario mordaz este jueves durante su discurso anual en el Parlamento nacional: «Nos acordamos del destino de aquellos que enviaron contingentes a nuestro país [en el pasado], ahora las consecuencias para los intervencionistas serían mucho más trágicas».
Putin agregó que, en caso de un enfrentamiento directo, los países intervencionistas se darían cuenta de que Rusia también tiene «armas que pueden alcanzar objetivos en su territorio».