A dos años del inicio del conflicto con Rusia, los soldados ucranianos «están hartos» de ir al campo de batalla donde temen enfrentar una muerte casi segura, según revela un experto.
Alessandro Orsini, sociólogo italiano y estudioso del terrorismo, quien actualmente es profesor asociado en la Universidad Internacional Libre de Guido Carli, asegura en un artículo para el medio Ilfatto Quotidiano que los jóvenes ucranianos están haciendo todo lo posible para no ser enlistados en el Ejército y luchar contra Rusia.
«Los soldados ucranianos suplican a Occidente que ponga fin al conflicto porque están hartos de enfrentarse a una muerte segura. Los jóvenes ucranianos, con muy pocas excepciones, ya no quieren luchar. Se amotinan o huyen al extranjero. Algunos se fracturan para no ir al frente», revela.
Orsini explica que recientemente han ocurrido tres hechos graves para el Ejército ucraniano, el primero es que en la reciente victoria de Rusia en Avdéyevka, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quería que los soldados murieran inútilmente para aplazar lo más posible la segura caída de la ciudad y que Olexandr Sirski, el nuevo jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, estuvo de acuerdo.
Ante la orden de sus altos mandos de permanecer en el frente, «presas de la desesperación», muchos ucranianos de Avdéyevka empezaron a huir a los campos porque la proporción de fuego de artillería ucraniano frente al ruso era de uno a diez”, explica el experto.
El segundo hecho muy grave, agrega Orsini, es que pocos días después de Avdéyevka cayó también Krinki, la cabeza de puente creada por Kiev en la parte oriental de Jersón, donde murieron muchos soldados de Ucrania.
En tercer lugar está el hecho de que los rusos entraron en Rabótino. Y es que recientemente las FFAA rusas tomaron el control de la parte sur de la localidad, en la provincia de Zaporozhie, declaró a Sputnik Vladímir Rógov, funcionario de la Administración regional.
Orsini destaca que ante estos tres hechos importantes y otros que se han registrado durante el conflicto, los ucranianos ya no quieren pelear en el frente, pues además la mayoría de ellos son personas alistadas a la primera de cambio.
«La situación es simple: los ucranianos del frente están desesperados y ya no quieren luchar. Existen soldados que luchan como mártires, pero son una minoría. El grueso del Ejército son personas alistadas a la primera de cambio, carentes de ese sentido heroico del uniforme de los cuerpos de élite, que yo respeto. Es humano», concluye el sociólogo.