¿Te gustan las sanciones? Rusia hunde aún más la economía del Reino Unido con un golpe brutal

Rusia le ha asestado un duro golpe a la economía del Reino Unido, y Londres lo sabe. Y también lo saben los medios de comunicación de ese país que reaccionaron de forma virulenta a la decisión de Moscú de denunciar un acuerdo de 1956 que permitía a los buques británicos pescar en el mar de Barents.

Donde las dan, las toman
La nota de la Duma Estatal rusa, tras votar la resolución, dice que el acuerdo tenía una «orientación predominantemente unilateral, sin que haya en él beneficios similares o proporcionales para Rusia» y su denuncia «no causará graves consecuencias económicas y de política exterior» para Moscú, considerando la decisión de 2022 del Reino Unido de poner fin al trato de nación más favorecida en el comercio bilateral con Rusia.

Y es que desde el mismo 2022, y como parte de las sanciones, Londres aplica un arancel adicional del 35% a las importaciones de productos rusos, incluidos el pescado blanco, el cobre, o el vodka. Unas sanciones cuya finalidad, como ha publicado el periódico Daily Mail, era el de «infligir el máximo daño a la economía rusa y al mismo tiempo minimizar las consecuencias negativas para el Reino Unido».

En este contexto, el presidente de la Duma Estatal, Viacheslav Volodin, apuntó que el año pasado los marineros británicos capturaron 566.000 toneladas de bacalao y eglefino en aguas rusas del mar de Barents, endureciendo al mismo tiempo sanciones contra Rusia. Añadió que la cantidad del pescado capturado representa «el 40% del menú» de los británicos.

Asimismo, Volodin detalló que los británicos «sin escrúpulos» llevan casi 70 años comiendo pescado ruso y junto a ello «imponen casi 2000 sanciones, comportándose de forma extremadamente inamistosa y agresiva con Rusia». «Tras la denuncia de este acuerdo,

nuestros pescadores podrán capturar más peces en nuestro mar de Barents y este será más accesible para nuestros ciudadanos», destacó el diputado, y remachó en su canal de Telegram: “Cuando nos preguntan si podemos responder a las sanciones, podemos hacerlo”.

El exeurodiputado Javier Couso explica que «es normal que un país que está siendo agredido [Rusia] y está sufriendo bajas de sus propios solados por armas británicas, también estadounidenses, pero sobre todo británicas», tome estas medidas.

«Además, el polo más agresivo en toda la conflagración que estamos viendo en Ucrania, siempre es Reino Unido. Muchos analistas sospechan que [los británicos] han respaldado los golpes más cruentos contra territorio ruso, y sobre todo sobre zonas civiles, o incluso los ataques a Crimea, algo en lo que detrás está la inteligencia civil y militar del Reino Unido», señala.

«Por lo tanto, [la de Rusia] es una decisión soberana que va a golpear económicamente [al Reino Unido], porque además el pescado supone una parte importante que consumen los británicos en su gastronomía popular, los famosos ‘Fish and chips’. Dentro de la diplomacia y del derecho internacional existe la reciprocidad. Pues esto ni siquiera es una medida agresiva, ni ofensiva: al revés, es suspender un acuerdo bilateral, [Moscú] tiene todo el derecho del mundo y ya está bien de que el Gobierno británico y todos sus halcones entiendan que las acciones tienen consecuencias», remacha Couso.

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