La advertencia del Departamento estadounidense de Estado llega tras conocerse que la Policía china está prestando ayuda a las autoridades de Kiribati.
EE.UU. ha lanzado una advertencia a los Estados insulares del Pacífico, instándoles a no aceptar asistencia por parte de las fuerzas de seguridad de China, a raíz de reportes sobre el trabajo que la Policía del gigante asiático desarrolla en el territorio de Kiribati, informa Reuters.
La agencia se dirigió al Departamento de Estado de EE.UU. para que comentara su información de la semana pasada, según la cual policías chinos están involucrados en labores de vigilancia comunitaria y en un programa de base de datos sobre delitos en Kiribati.
«No creemos que la importación de las fuerzas de seguridad de la República Popular China ayude a ningún país insular del Pacífico. Al contrario, haciéndolo se arriesga alimentar las tensiones regionales e internacionales», dijo a la agencia un portavoz del organismo estadounidense.
Asimismo, el vocero del Departamento de Estado expresó la preocupación de Washington ante «las posibles implicaciones que los acuerdos de seguridad y la cooperación cibernética relacionada con la seguridad con la República Popular China puedan tener para la autonomía de cualquier nación insular del Pacífico». En este sentido, añadió que EE.UU. no tolera los «esfuerzos de represión transnacional» de China, que incluyen los supuestos intentos de Pekín de establecer comisarías de Policía en todo el mundo, recoge Reuters.
En este contexto, el comisionado interino de Policía de Kiribati, Eeri Aritiera, dijo a la agencia que Tarawa había solicitado asistencia policial de China en 2022, si bien no hay una comisaría de Policía china en el país. Hasta una docena de policías chinos llegaron a la nación insular el año pasado en una rotación de seis meses, añadió. Una fuente de la Embajada china también confirmó a Reuters que los agentes uniformados chinos estaban trabajando en Kiribati, pero sin establecer una comisaría de Policía.
Un archipiélago estratégico
Si bien Kiribati no ha anunciado públicamente un acuerdo de cooperación policial con China, la rivalidad entre Pekín y Washington por ampliar los lazos de seguridad en las naciones insulares del Pacífico se vuelve cada vez más intensa, subraya el medio, recordando que Honolulu, la capital de Hawái (EE.UU.), se encuentra a unos 2.160 kilómetros de la isla más cercana de uno de los archipiélagos de Kiribati.
Pero esta relativa proximidad a Hawái no es el único factor que convierte a esta nación insular, con una población de 115.000 habitantes, en un punto estratégico. Kiribati se encuentra en una de las zonas económicas exclusivas más grandes del mundo, que cubre más de 3,5 millones de kilómetros cuadrados del Pacífico y, además, alberga una estación de seguimiento de satélites japonesa.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Armada de EE.UU. construyó una pista de aterrizaje en la isla Kanton —la más grande y septentrional de las islas Fénix, uno de los archipiélagos de Kiribati—, que sirvió de punto de escala entre Australia y Nueva Zelanda y se convirtió en punto de ataque contra las Islas Gilbert, entonces ocupadas por Japón. En 2021, China anunció planes para reactivar esta estratégica pista de aterrizaje, lo que generó preocupación en EE.UU.
En respuesta, Washington prometió mejorar el muelle en la isla Kanton y se movilizó para abrir su embajada en Kiribati, ya que actualmente los funcionarios de su misión diplomática en Fiji están simultáneamente acreditados en Kiribati y realizan visitas periódicas a la nación insular.
- Washington ha tratado de aumentar su influencia en los países del Pacífico, luego de que Pekín llegara en abril de 2022 a un importante acuerdo militar y de desarrollo con las Islas Salomón que desató fuertes críticas de EE.UU., Nueva Zelanda y Australia. En respuesta, el gigante asiático y su socio oceánico aclararon que el pacto no preveía la construcción de ninguna base militar china.
- Desde entonces, EE.UU. ha impulsado su actividad diplomática en la región. Además de reabrir su embajada en las Islas Salomón tres décadas después de su cierre, anunció su intención de abrir una en Vanuatu y de establecer representaciones diplomáticas en Kiribati y Tonga.