El primer ministro israelí afirmó que Hamás será derrotado poco después de que comience una ofensiva terrestre en Rafa, que se llevará a cabo en cualquier caso.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están a punto de lograr una «victoria total» sobre Hamás, que se producirá poco después de lanzar una gran ofensiva terrestre en la ciudad de Rafa, en el sur de la Franja de Gaza. Así lo declaró el domingo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante una entrevista con CBS News.
«Una vez que comencemos la operación en Rafa, la fase intensa de los combates estará a semanas de completarse», subrayó, añadiendo que la operación se llevará a cabo en cualquier caso, independientemente de que se alcance un acuerdo sobre un alto el fuego temporal en Gaza, que solo podría retrasar la ofensiva unas semanas.
«Si no tenemos un acuerdo, lo haremos de todos modos», afirmó. «Hay que hacerlo porque la victoria total es nuestro objetivo, y la victoria total está al alcance de la mano, no en meses, sino semanas, una vez que comencemos la operación». En este sentido, señaló que las FDI ya han destruido 18 de los 24 batallones de Hamás en Gaza, y cuatro de las unidades restantes se concentran en Rafa, cerca de la frontera del enclave con Egipto.
También señaló que la cúpula militar ya había elaborado un plan para proteger a los 1,4 millones de personas refugiadas en el sur del enclave, y que las fuerzas israelíes no forzarán la entrada de civiles palestinos a Egipto, poniendo en peligro las relaciones diplomáticas con El Cairo. A este respecto, apuntó que la razón de que haya un gran número de personas en la ciudad de Rafa es que tuvieron que trasladarse allí desde otras zonas a causa de los combates, pero «ahora hay margen para que vayan al norte de Rafa, a los lugares donde ya hemos terminado de combatir.»
Anteriormente, el Gobierno de Netanyahu se enfrentó a presiones internacionales para cancelar la operación en la ciudad debido al gran número de civiles que se refugian allí. Así, los cancilleres de los países del G20 concluyeron su reunión en Río de Janeiro con un pedido a Israel para que suspenda su decisión. A su vez, el Reino Unido advirtió de que recortará la venta de armas al país hebreo si este lanza una ofensiva contra la ciudad gazatí.