El expresidente se unió a una manifestación a su favor y en la que los participantes protestaron contra las acusaciones que implican al exmandatario a un intento de golpe de Estado el 8 de enero de 2023.
En la ciudad brasileña de Sao Paulo tuvo lugar una gran manifestación organizada por el expresidente del país Jair Bolsonaro para protestar contra las acusaciones que lo implican a un intento de golpe de Estado, informan medios locales.
El expresidente brasileño llegó a la manifestación portando una bandera israelí, con lo que presumiblemente protestaba contra la postura del presidente Lula da Silva, que mantiene tensas relaciones con el Estado hebreo tras una serie de acusaciones mutuas.
En su discurso a los partidarios, el expresidente exigió amnistía a todos los detenidos por su implicación en los disturbios del 8 de enero de 2023.
«Hay gente que sabe lo que diría, pero lo que busco es pacificación, es borrar el pasado, es encontrar una manera de que vivamos en paz, es no seguir siendo molestados. Por parte del Parlamento brasileño, es una amnistía para esos pobres desgraciados que están presos en Brasilia. No queremos que sus hijos sigan huérfanos de padres vivos», afirmó Bolsonaro.
El exdirigente brasileño también rechazó las acusaciones en su contra que lo implican en la organización de un golpe de Estado. «‘Bolsonaro quería dar un golpe de Estado’. He oído eso desde que asumí el cargo. ¿Qué es un golpe? Es un tanque en la calle, es una pistola, es una conspiración, es traer a las clases empresariales a tu lado, nada de eso se ha hecho en Brasil. Yo no hice nada de eso, y me acusan de golpista. ¿Un golpe usando la Constitución?», manifestó Bolsonaro.
Según el canal de televisión G1, 185.000 personas participaron en manifestaciones de apoyo al expresidente.
Los cargos contra Bolsonaro
En una megaoperación bautizada como ‘Tempus Veritatis’ (‘Hora de la verdad’), a principios de febrero, el juez asestó un fuerte revés a Bolsonaro y a varios de sus exministros al acusarlos formalmente de participar en los ataques. La Policía se presentó a la vivienda de veraneo del exmandatario, le requisó el pasaporte y le prohibió mantener contacto con otros investigados.
Si se demuestra la implicación de Bolsonaro en los hechos, este podría ser imputado por abolición del Estado y ataque de las instituciones, lo que conlleva una pena de hasta 12 años de cárcel.