Desarticulan una gran red de una familia que se dedicaba a la venta ilegal de perros en el Reino Unido

A través de la comercialización de animales en las redes sociales recaudaron unos 380.000 dólares.

Once miembros de una familia fueron investigados en el Reino Unido por la venta ilegal de perros en mal estado de salud a través de las redes sociales.

La investigación se inició gracias a las sospechas de un veterinario, que se originaron debido a que un hombre llevó tres camadas de cachorros usando el mismo número de teléfono, pero haciéndose llamar de formas distintas, por lo que se puso en contacto con la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés).

Durante el juicio ante el Tribunal de la Corona de Swansea, Gales (Reino Unido), la RSPCA relató que, durante la pesquisa, había pedido el allanamiento de varias viviendas en la ciudad galesa de Newport, pero antes de que se concretaran, la Policía fue llamada a una propiedad en la que «cinco hombres irlandeses» intentaban entrar a patadas pidiendo a «los perros».

Se inició entonces una persecución que permitió la detención de dos de los integrantes de la familia McDonagh, mientras que la Policía halló en su vivienda varios perros y cachorros en malas condiciones que parecían tener problemas de salud. En total, fueron recuperados 21 perros, de los cuales se comprobó que cuatro habían sido robados.

La investigación también permitió saber que la banda importaba animales de Hungría, Bélgica, Polonia, Irlanda y República Checa, países de los que tenían microchips. Algunos fueron llevados a veterinarios en el Reino Unido para hacer que parecieran británicos.

Venta ilegal por redes sociales

Al analizar el procedimiento de venta de los animales a través de Facebook, propiedad de Meta*, así como los registros telefónicos, el fiscal reveló que la familia McDonagh había utilizado 41 direcciones, 47 números de teléfono móvil y 39 direcciones de correo electrónico.

Los anuncios estaban redactados para que pareciera que los perros procedían de camadas criadas en una casa y que eran cachorros socializados y sanos, cuando en realidad se comerciaban «como mercancías sin preocuparse por su salud o bienestar». Además, los registros veterinarios adquiridos por la RSPCA «demostraron la mala salud y la frecuente cría de varios perros».

Posteriormente, varios de esos cachorros necesitaron tratamiento veterinario. Entre las enfermedades detectadas, figuraban neumonía, bacterias, giardiasis y otros problemas de bienestar. Además, dos cachorros tenían parvovirus.

De acuerdo con los investigadores, el valor del fraude cometido entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de marzo de 2021 ascendió a las 300.000 libras esterlinas (cerca de 380.000 dólares).

En su fallo, el Tribunal de la Corona de Swansea consideró que el fraude «había sido sofisticado y cuidadosamente planeado«, y condenó a seis hombres a penas de entre un año y medio y tres años y seis meses de cárcel, que combinadas suman 16 años de prisión. Además, fueron inhabilitados para tener perros por 15 años.

Por su parte, a cinco mujeres de la misma familia se les impusieron órdenes comunitarias de 12 meses y deberán completar cursos de rehabilitación, así como una inhabilitación de diez años para tener perros, en virtud de la Ley de Bienestar Animal de 2006.

*Calificada en Rusia como organización extremista, cuyas redes sociales están prohibidas en su territorio.

 

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