El número de restricciones contra Rusia solo desde el inicio de la operación militar especial en Ucrania ya triplica el de las impuestas contra Irán en su historia moderna, calculó Sputnik. A pesar de tal presión, la economía rusa resistió el impacto e incluso está creciendo, a diferencia de muchos países occidentales que aplicaron estas medidas.
Estados Unidos es el país que impuso el mayor número de medidas (3.500), seguido de Suiza (2.377) y Canadá (2.087). El Reino Unido impuso 1.949 restricciones, y la Unión Europea 1.837.
Nueva Zelanda aplicó otras 1.620 medidas restrictivas, y su vecina, Australia, 1.254.
Algo más moderado fue Japón, que estableció 981 prohibiciones. Por último, Corea del Sur y Singapur adoptaron restricciones contra 15 y cinco personas, respectivamente.
El próximo paquete de medidas de la UE contra Moscú, que ya es el 13.º y cuya adopción está prevista para el 24 de febrero, aumentará su número hasta 15.821. Entretanto, los países del bloque ya han empezado a debatir el 14.º paquete.
Hasta 2022, Irán era considerado el Estado al que Occidente aplicaba el mayor número de prohibiciones. Actualmente, está sujeto a 5.011 restricciones a empresas, particulares y vehículos.
Tras el inicio de la operación especial de Rusia, EEUU y sus aliados aumentaron la presión sobre Moscú, provocando la interrupción de cadenas de suministro y, como resultado, una subida de los precios de los bienes y servicios en Europa y Estados Unidos.
«La reducción de los suministros de hidrocarburos rusos provocaron un aumento de los costes de energía dentro de la UE, lo que contribuyó al crecimiento de la inflación en la región», explicó a Sputnik el experto financiero, Maxim Osadchi.
El incremento del coste de la vida afectó a millones de hogares en los países occidentales, forzando a algunos líderes suyos a reconocer el fracaso de la política de medidas punitivas contra Rusia y su «inmunidad a las sanciones de Occidente».
De este modo, las medidas impuestas repercutieron en los propios Estados que las habían introducido, mientras que la economía rusa demuestra un crecimiento «mejor de lo esperado».
Los inicios de la política estadounidense de restricciones económicas contra Rusia se remontan a hace más de un siglo: las primeras medidas se introdujeron en 1917, tras la Revolución rusa. La reunificación de Crimea con Rusia fue otro pretexto para que Occidente adoptara nuevas olas de las prohibiciones.
El enfrentamiento entre Irán y Estados Unidos es mucho más reciente. Así, las primeras restricciones estadounidenses fueron impuestas poco después de la Revolución Islámica en noviembre de 1979.
Desde entonces y hasta la fecha, algunas prohibiciones fueron anuladas o endurecidas, o se introdujeron otras nuevas. Occidente las justifica principalmente por «las violaciones de los derechos humanos» en el país y el desarrollo de su programa de misiles nucleares.